Cuando la agresión sexual requiere de medidas más drásticas que las actuales

Publicado el 26 noviembre 2017 por Solitarios Invisibles @belzinvisible

Las violaciones de mujeres no es un caso a estudiar y seguir dilatándolo, es un asunto in extremis.

El día de hoy 25 de Noviembre 2017, dedicado a la Jornada contra la Violencia Machista, mañana dejará de ser noticia en los medios de comunicación hasta la próxima víctima. Y así seguiremos, con manifestaciones de organizaciones feministas y el minuto de silencio que acuerdan los políticos para salir nuevamente en la foto, inhibiéndose de "forzar" con insistencia el cambio de una Ley que demuestre la aplicaciones de medidas más severas, y la obligatoriedad para que en las escuelas se conciencie sobre una sensibilidad que mejore una educación con asignatura comprometida, evitando que se reduzca a nivel 0 las mujeres que se violan en España cada 8 horas.

Costará que el respeto juvenil se manifieste de la noche al día, y será improbable que muchos hombres ya formados por su edad y por una cultura machista, cambien de actitud, rectificando sus comportamientos frente a la mujer, lo que hace necesaria la emisión de campañas institucionales en medios de comunicación social: televisión, anuncios en prensa, internet, vallas, etc., y todo lo que sea necesario para que se advierta qué, humillar a una persona puede destrozarla para toda su vida, y eso tiene alto precio que el "canalla" deberá pagar y purgar con penas que podrían llegar de facto a la castración química, sin olvidar el largo período que deberá pasar en prisión , y satisfacer las altas indemnizaciones a las que deberá hacer frente, prescritas en sentencias que garanticen una tolerancia cero.

Según las estadístcas del Ministerior del Interior desde 2009 fueron 1304 las mujeres víctímas de una agresión sexual. En 2010 / 1177, en 2011 / 1513, en 2012 / 1280, en 2013 / 1298 en 2014 / 1239, en 2015 / 1127 y nos faltaría por completar este nicho de sufrimiento con el aumento en 2016 y las que faltarán por contabilizar hasta finales de 2017.

No sirve de paños calientes la intención de que se esté trabajando en una dimensión inaceptable de no ser corregida y con carácter de máxima urgencía lo que el Parlamento debería haber debatido sin tanto pábulo lamentista, y con más predisposición a atajar esta lacra que hunde la concepción de un estado del bienestar y de derecho fundamental que hasta que no se subsanen asuntos como el que presentamos, su calidad deja mucho que desear. Las instituciones no pueden mirar a otro lado, mientras muchas mujeres reprimen sus lagrimas cuando la preocupación, el miedo, la ansiedad y la depresión se apodera de ellas, máxime cuando desde los años 80 se estudian planes de asistencia, en el que se incluye mucha psicología aplicada que no evitará el daño moral, el recuerdo de una mala experiencia que permanecerá en su cerebro por el resto de su vida.

Dicen los expertos que de cada seís violaciones una sola se denuncia, lo que haría aumentar el número de casos "encubiertos" de éstas punitivas agresiones sexuales, que sumarían a los que anteriormente hemos citado. La mayoría por vengüenza e impotencia, de no verse involucradas en el acto público de la denuncia y su largo proceso, lo que hará que su invisibilidad sea trágica por no dotar a las perjudicadas de un catálogo de alternativas en donde se contemple su "anónima" y exigible comparencia frente a la fiscalia.

Si la solución pasa por la educación no se debe esperar más. Si los que no han pasado por la "academia" del saber, y después de ser advertidos por los ecos de los contínuos avisos de lo peligroso que es transgredir una Ley, que se atengan a las consecuencias. Y sí a los que han llegado de fuera y creen que ésto forma parte de su "salvaje cultura machista", máximo castigo también y expulsión pronta sin recursos que le impidan volver a reincidir, y a cargo del erario para no dilatar más las órdenes de alejamiento que se cursan, desgraciadamente sin mucha efectividad.

No se pueden violentar a quienes se oponen a que se les robe y se masacre su cuerpo, y a los detenidos poco domesticados en las reglas de convivencia, si hay suerte de capturarlos, se confiesen haberlo hecho por trastornos emocionales, psicológicos o el consumo de drogas, y con un buen abogado, a los dos años, reducidos por trabajos a la comunidad, se vayan de rositas.

"Odia el délito y compadece al delincuente" es una frase de la poetisa y ensayista Concepción Arenal, que ha quedado para la posteridad, pero a nuestro entender se nos puede quedar corto, dándonos la oportunidad de buscar un símil más contundente dedicado a la Justicia, con los atenuantes que evidencian al hombre cuando se comporta peor que ferocidad de un animal.

" Odia el délito y castiga mucho más al que lo ejerce"

! Maldito seas hombre que no me honras a mí como tal !