Por suerte, o por desgracia, creo que tengo el honor de ser la primera universitaria en la familia. El resto de mis parientes o empezaron a trabajar temprano, vease mis primos mayores, o no les va bien en los estudios, o qué se yo, vease esa prima de mi misma edad en la que toda mi familia confiaba para que obrara el milagro de ser la mejor. Cosas de familia.
El caso, es que es por ese motivo por el que poca gente en mi familia confíen en que los estudios, y en especial, los estudios universitarios, vayan a servir para algo.
Ya no hablo de que crean que eso que tú estudias no tiene futuro, que en mi caso me lo dejan caer siempre que pueden con la típica pregunta de "¿y eso para qué te sirve?", cada vez que intento, emocionada, meterles en el mundo de la filosofía. Nunca con éxito.
Actualmente vivimos en una sociedad en la que los estudios han quedado a la cola, y creemos que estudiar no sirve para nada, salvo para malgastar dinero, porque sí, porque hay personas que cree que estudiar es malgastar el dinero y tirarlo.
Y repito, no es sólo por mi carrera, la cual ya consideran que es la mayor perdida del tiempo porque no tiene un uso práctico, lo cual es lógico, dado el hecho de que son personas que los estudios no les han hecho falta, porque han tenido la suerte de que han encontrado trabajo.
Mientras que yo, por mi parte, estudio porque en un futuro deseo dedicarme a eso. En mi caso, estudiando filosofía, es muy fácil decir porqué estudio, porque quiero conocer. En el caso del médico, quizás su afán de querer salvar vidas les lleve a eso. El abogado quiere hacer justicia...
Nuestras aspiraciones pasan por tener que estudiar, por atrasar nuestro período de insersión en el mundo laboral, salvo algunos casos en los que te ves obligado a trabajar para poder pagarte la carrera, o una casa, o algo así...
Y esto es algo que, hoy día, se ve mal. Se ve como una forma de generar más gastos a la educación pública. Se ve mal porque deberías empezar a trabajar en cuanto tuvieras oportunidad para ello.
Pero no. Algunos queremos alcanzar nuestros sueños profesionales.