Lo que la gente puso en marcha
Por Santiago Kovadloff | LA NACION
La gente hizo oír su hartazgo. Hartazgo ante la impunidad. Hartazgo ante la inseguridad. Hartazgo ante la corrupción que abunda en el poder. Hartazgo ante la omnipotencia presidencial.
Con las movilizaciones del jueves a la noche, en varios puntos del país, la gente reclamó a la Presidenta que ocupe su espacio y no el de todos.
Y a la oposición le exigió que aprenda a ocupar el suyo, que madure, que sepa representar a quienes la convocan.
La gente hizo oír un repertorio de principios y no sólo de necesidades económicas, aunque a éstas se las ignore en el poder tanto como a esos principios.
La gente reclamó instituciones sólidas; desarrollo y libertad de expresión. Le dijo no al miedo y sí a la convivencia. No al delito y sí a la ley. No a la mentira y sí a la verdad.
Pidió ser gobernada y no sometida. Más aún: dejó bien claro que no se dejará someter. Exigió que renazca la democracia auténtica y se ponga un punto final a la simulación.
Dos notas sobresalientes. Una: los jóvenes. Fueron una notable mayoría entre los manifestantes. Otra: un vallado que impedía el acceso de la gente a la Plaza de Mayo.
El mensaje fue claro: el poder hizo saber que la plaza tiene dueño.
Destaco que no hubo un sólo incidente, ni banderías partidarias, la gente se manifestó en paz y unida por el mismo sentimiento.
Sólo así saldremos adelante, ánimo!!!