Manifiesto de los profesionales andaluces de la sanidad
Como profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía tenemos el deber ético de conservar y mantener un modelo sanitario sustentado en los siguientes valores:
■Un modelo que protege económicamente de los gastos generados durante el proceso de enfermedad, que se financia vía impuestos, aportando por tanto más el que más tiene y que garantiza la atención sanitaria a quién la necesita.
■Un modelo que ha alcanzado cotas de muy alta calidad y demostrada eficiencia, gracias al compromiso y al trabajo que día a día realizan sus profesionales a través del desarrollo de la gestión clínica, entendida como una descentralización de los niveles de responsabilidad, autonomía y decisión.
■Un modelo que ha conseguido ser representativo en muchos aspectos, tanto en el contexto nacional como internacional, así como ganar el reconocimiento y la confianza de la sociedad.
■Un modelo que, desde el progreso que ofrece lo público, se basa en la cotidianidad y en la ética laica del siglo XXI.
■Un modelo no sólo prestador de servicios, sino que garantiza derechos de la ciudadanía y que, además, tiene en cuenta a colectivos sobre los que ninguna otra entidad que opere en clave de “mercado” se plantearía su cobertura.
■Un modelo que con un objetivo final, la salud de la población andaluza, apuesta por la Atención Primaria como eje de la continuidad asistencial, en un sistema centrado en la persona y en los espacios compartidos entre los distintos profesionales y los pacientes. Está demostrado (OMS) que los sistemas sanitarios basados en la Atención Primaria obtienen mejores resultados en salud y son más eficientes. Por el contrario, modelos que plantean otras alternativas, incluida el copago, afectan de manera negativa a las actividades de prevención de la enfermedad y promoción de la salud, a la postre las más efectivas para la protección de la salud de las personas.
■Un modelo que permite el desarrollo de nuevos roles en enfermería, dotándola de un papel más cualificado, independiente y visible para la sociedad y potenciando su liderazgo en torno a una mayor cualificación directiva y asistencial.
■Un modelo que impulsa la calidad y la mejora continua y que cuenta, como una de sus principales señas de identidad, con una red organizativa en la que se incluyen las más de 100.000 personas trabajadoras que estamos al servicio de la atención sanitaria de la ciudadanía andaluza, así como con nuestro afán de ser cada día mejores gracias a la innovación, la investigación y el desarrollo profesional de todos, cualquiera que sea el perfil profesional de cada uno.
■Un modelo que permite que la ciudadanía andaluza comparta nuestra responsabilidad para poder optimizar los servicios sanitarios que les ofrecemos en nuestro trabajo diario, para lo cual es imprescindible seguir facilitando su participación real dentro del sistema a través de los Consejos de Salud, Comités de Ética Asistencial, etc., contando con la colaboración de asociaciones de pacientes, de organizaciones de personas consumidoras, asociaciones vecinales y cualquier otra forma de organización representativa de la ciudadanía. La responsabilidad compartida mejorará el correcto uso de los servicios sanitarios públicos.
A nuestro juicio, los valores de nuestro Sistema Sanitario Público: la Universalidad, la Equidad, la Solidaridad y la Gratuidad, de los que nos sentimos orgullosos y orgullosas, no pueden compatibilizarse con el recorte indiscriminado en prestaciones y en derechos y garantías, como excusa para la sostenibilidad del sistema ni con la gestión de la Sanidad Pública según las reglas de la economía de mercado, es decir, con un sistema cuya sostenibilidad esté ligada al beneficio.
Porque este grupo de profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía, sí tenemos conciencia de que manejamos el dinero de toda la sociedad, para la salud de toda la sociedad, y ello nos hace responsables de la gestión eficaz de los recursos, de modo que cada paciente tenga la atención que necesite de acuerdo a la evidencia científica. La sostenibilidad pasa primordialmente por la gestión eficiente de los recursos y la buena práctica clínica.
Porque nuestro sistema es más eficiente sin estar ligado al beneficio económico, partiendo del derecho de toda persona a la asistencia sanitaria. Nuestra historia, la historia de los países de nuestro entorno, y la comparativa con ellos, demuestra que el modelo andaluz de sanidad pública ha resultado ser el más sostenible, ofreciendo el mayor número de prestaciones al menor coste, con elevados estándares de calidad y garantizando la igualdad de todas las personas ante el sistema sanitario.
Sin embargo, hoy asistimos con preocupación al cuestionamiento del sistema sanitario público por “insostenible”, comprobando como, para hacerlo supuestamente “rentable”, se adoptan medidas que pueden suponer el desmantelamiento de nuestra sanidad introduciendo elementos de amenaza para el Sistema Sanitario Público de Andalucía:
■Cambio de modelo de sistema público a modelo mixto o concertado.
■Peligra la accesibilidad al sistema.
■Peligra la sensación de cohesión ciudadana que genera la pertenencia y uso del SSPA
■Peligra la justicia distributiva de los recursos públicos.
Por todo ello, como profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía entendemos que el actual contexto de crisis económica no puede utilizarse como coartada para el desmantelamiento del excelente Sistema Sanitario Público de Andalucía, que hemos construido entre todas y todos, y del que todo el colectivo, ciudadanía y profesionales, disfrutamos en propiedad.