Cuando los resfriados infantiles llegan a casa. Nuestros remedios.

Por Vanesapp

Otoño, esa época del año en la que los resfriados hacen su aparición. Estas son las secuelas de un tiempo loco y que abre la temporada de mocos, tos, malestar general, picor de garganta y congestión. Llega el momento de hacer uso de los jarabes y remedios naturales...

Pocas cosas hay a las que tema más que los resfriados de esta época del año tan inestable, porque supone que uno tras otro mis hijos irán cayendo hasta acabar por afectarnos a los cinco. Es una regla matemática exacta que se repite anualmente.

Hemos pasado en cuestión de unos días de ir en bermudas, a hacer cambio de armario con una urgencia tremenda, porque el frío, amigos, ya llegó. Y lo hizo sin avisar. Los pequeños han pasado del "qué calor mamá" a "estoy congelado". En unos días una auténtica comparsa de estornudos, congestiones, picor de garganta y tos, sobre todo episodios nocturnos de tos, harán su aparición en nuestro hogar. Y temblando estoy.

No somos de acudir al médico por tan solo un episodio de tos o un malestar general, a no ser que se prolongue durante días y vaya acompañado de fiebre. La logística de mover a todos a un centro de urgencias, con un niño con Autismo es compleja, y debemos gestionar muy bien las visitas y ceñirlas a síntomas que sean de cierta gravedad. De esta forma, como ya somos expertos en lidiar con estos resfriados otoñales, tenemos nuestras propias rutinas y remedios para prevenir y/o hacer frente a los virus.

¿Quieres saber cuáles son?

-Lavarnos las manos con frecuencia. Ya hemos comentado la importancia de este gesto para prevenir los contagios.
- Tener siempre a mano pañuelos, NO REUTILIZABLES y desechables, para limpiarnos las secreciones nasales y los moquetes.
- Beber muchísima agua en cuanto comencemos a encontrarnos congestionados. La hidratación es fundamental.
- Soluciones de agua salina para hacernos lavados. Todos sabemos lo que es dormir con la nariz taponada. Es un sufrimiento como pocos, y los niños lo pasan fatal.
- Contar siempre con un jarabe infantil para la tos a mano.
- Y los de siempre: gárgaras de agua con miel y limón calientes de toda la vida, caldos, baños calentitos...

Y si no mejoramos, la fiebre o el dolor de garganta hacen su aparición entonces sí, toca visita médica irremediablemente.

Soy alérgica a muchísimos medicamentos, pero muchísimos. Cuando hay infección bacteriana lo llevo bastante mal, y si es vírica aún podemos hacer algo, pero generalmente las secuelas gástricas son de tales dimensiones que al final prácticamente no tomo nada. Podréis imaginar lo que supone para una madre de familia numerosa tener cualquier dolencia que implique virus. Si, a pesar de las medidas de prevención, los adultos de la casa caemos tratamos siempre de tomar remedios naturales, y hemos descubierto un tratamiento con pelargonium para el resfriado que ataca desde la causa y no solo trata los síntomas por lo que he leído.

Así que tratamientos hechos de plantas como esta que son antibacterianas, antivíricas, que ayudan a expulsar la mucosidad, a mejorar el estado general son geniales, ¿no os parece? Todo lo que sea natural, no tenga contraindicaciones y sea efectivo, es bienvenido a nuestra casa. Solo espero no tener que utilizarlo, pero si lo hago, no dudaré en contaros qué tal ha funcionado.

Y vosotros, ¿tomáis remedios naturales? ¿Cómo os apañáis con los peques cuando os ponéis enfermos también? ¿Habéis probado el Pelargonium?