Cuando los telediarios hacen insignificantes nuestros problemas

Publicado el 03 noviembre 2014 por Noblejas

"Tuve que dejar de ver los telediarios -hacían que mis propios problemas parecieran insignificantes".

Esto ofrece el New Yorker entre sus viñetas de hoy.

Sin que haya ninguna mano negra detrás, ¿no será precisamente eso lo -quizá inconscientemente- pretendido? ¿No será que de eso se trata con tanta cosa de presunto "interés humano", tanta cosa exageradamente tremebunda u horrible, presentada justo después de unos pocos minutos de escándalos políticos nacionales, seguidos de imágenes de desastres y crímenes internacionales?

Bien es cierto que eso ya lo sabemos desde la profética Network (1976), escrita por Paddy Chayefsky y dirigida por Sidney Lumet, sobre los entresijos del telediario de una cadena de televisión que comienza a interesarse exclusivamente por los ratings, en vista de que sus costes deben ser cubiertos por la publicidad, en vez de que el dinero provenga de los beneficios generados por otros programas (dramáticos, deportivos) de la cadena.  

Pero el caso es que los ciudadanos, convertidos básicamente en telespectadores, ante los asuntos tremendos y las cosas horribles que les presentan los informativos, ciertamente dejan de tener ganas de quejarse de su propia situación, porque -al menos por un rato, y para algunas personas- los propios problemas parecen insignificantes.

Los informativos como espectáculo de entretenimiento de cara a los ratings parecen estar llegando al límite de su época.

Ya va siendo hora de que a los informativos vuelvan periodistas y se alejen ejecutivos.