Cuando me esfume, cuando me abrase...

Por Carlaber


Miles Williams Mathis
Cuando me esfume, cuando me abrase,
cuando de mí solo recuerdes el olor
que se encadenó a una de tus sinapsis,
cuando sea vaho de la memoria,
lejos de estos días amorfos,
lejos de este encierro voluntario,
de este suicidio televisivo y hogareño.
Cuando estés tan satisfecho
de lo bien que lo hiciste
que ni siquiera mi nombre te escueza,
ni el recuerdo de mi ombligo te inquiete.
Cuando ya no creas verme
en las enmediadas piernas de otras,
ni temas tropezarme en las calles atestadas,
y te sientas tan a salvo de la culpa
como enero de septiembre.
Cuando menos esperes encontrarme, sweet heart,
aparecerá mi carmín en tu currículum. 
 Carmen Ruiz Fleta