La cultura del "cachureo" está muy arraigada entre las personas de mi país, de hecho, las ferias de las pulgas tienen una versión semanal en cada mercado de frutas y verduras que se instalan por el día en los barrios.
Salir a "cachurear" es parte de una actividad muy popular.
Para el reto de reducir mis cosas, he optado por aplicar un proceso gradual, a través del cual, en un período de tiempo, me permitirá acercarme a la meta de vivir con menos cosas. Este proceso se aplica cada vez que haces limpieza de tu casa o te cruzas con un objeto que definitivamente ya no te gusta o no te sirve.
Este proceso es muy simple y tiene 2 pasos : Eliminar o Regalar.
Para que esto sea un proceso fluído, he reservado un repositorio en mi departamento y que es una especie de bandeja de entrada de cosas que cuando tengo mas tiempo puedo procesar según los 2 pasos antes señalados.
Es probable que con esta iniciativa no llegue a tener las 100 cosas que plantea el desafío original , pero es un buen ejercicio de optimización doméstica y vale la pena intentarlo.