"—¿Y vosotros cómo os conocisteis?— Ay, cariño cuéntalo tú. —No, amor, tú lo explicas mejor... —Pues verás, estaba yo un día comprando mantequilla de cacahuete cuando una preciosidad se abalanzó sobre mí y supe desde ese preciso instante que pasaría el resto de mi vida a su lado...".
Algo que siempre me ha fascinado en las películas y series americanas es la gran facilidad que tienen los protagonistas para conseguir citas. Donde quiera que sea, siempre puede acercarse alguien, pedirte el número de teléfono e invitarte a cenar.
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