Fuente Actualmente perder un puesto de trabajo se ha convertido en algo muy común en España, debido a la crisis que nos rodea la cual todos conocemos perfectamente. Por tanto, tener un trabajo se empieza a convertir en un bien escaso, casi diría yo que hasta en un lujo. Pero, ¿qué pasa cuando tienes un trabajo en el que el ambiente laboral es nefasto y muy tóxico para tu estado emocional a tal punto que llegas a desear dejarlo o incluso ser despedida? ¿Qué es más importante tener un trabajo que te dé seguridad económica o tener tranquilidad emocional?
Es bastante probable que muchas de las que me leéis tengáis la gran suerte de además de tener un trabajo, gozar de un ambiente laboral estupendo, si es así me alegro mucho por vosotras, sin embargo como nunca se sabe lo que puede pasar en el futuro os invito a que me acompañéis a conocer el siguiente caso real de acoso laboral...
Y llega un punto en el que ya no puedes más, no duermes bien, no comes bien, tienes dolor de cabeza, dolor de estómago y una gran ansiedad. Estás de mal humor, explotas por cualquier cosa, estás irritable, te molesta todo y tu vida diaria se ve afectada, y tampoco rindes en el trabajo como te gustaría, la desmotivación es total. Son muchas horas diarias dentro de una oficina donde el ambiente es más que hostil y solamente estás mirando el reloj para terminar la jornada laboral y salir corriendo de allí. Entonces es cuando te planteas: ¿debo renunciar? te vienen los remordimientos porque sabes cuánta gente está necesitando tener un puesto de trabajo y tú lo quieres dejar. Te sientes culpable y con mil dudas. Pero ahora está en juego algo más importante: tu salud mental y emocional. Estás entre la espada y la pared.
Está claro que no podemos cambiar el comportamiento de los demás en ningún ámbito y el laboral no es la excepción, . Afortunadamente, en la red encontramos cada vez más, amplia información sobre el acoso laboral donde nos podemos documentar a fondo si estamos padeciendo este problema. A continuación os expongo algunos puntos que os pueden ser de utilidad en el caso de tener que enfrentaros con el acoso laboral: 1. Tener paciencia. El Acoso laboral no es un problema del que se sale fácilmente y puede durar mucho tiempo. Sin embargo, el paso del tiempo nos ayuda y nos hace más fuertes. 2. No ceder ante la depresión. Recordemos que el acoso no es nunca culpa de la víctima. Si tenemos eso claro será más difícil que entremos en un estado de depresión. 3. No pensar en la renuncia. Lo lógico es querer huir de ese maltrato y persecución. Puede ser una solución, pero es pasajera porque el acosador habrá vencido y no habrá posibilidades de restitución. 4. Tener presente que no eres la única que sufre acoso laboral. Lamentablemente es una práctica que se vuelve más común con el paso del tiempo. 5. Prepararse y Organizarse. Se recomienda escribir un informe con fechas, detalles de los abusos recibidos, personas responsables, testigos. Todo esto con el objetivo de poder presentar una denuncia ya que afortunadamente las leyes cada vez más amparan a las personas que sufren acoso laboral o moral en su trabajo. 6. Conseguir aliados. Difícil pero no imposible. Puede que haya algún compañero de trabajo que no esté de acuerdo con el hostigamiento y se posicione a nuestro favor. También es importante buscar apoyo entre los amigos y familiares pues ellos pueden reforzar nuestra autoestima. A partir de aquí queda un camino largo por recorrer, pero tener en cuenta los aspectos anteriores puede significar un inicio positivo para que salgamos del abismo del acoso laboral. Imagino que si habéis llegado hasta este punto de la lectura os interesará saber ¿qué fue de Elena? Pues os lo voy a contar! Para bien o para mal, en el preciso momento en que Elena estaba desquiciada emocionalmente y sentía que no podía más fue despedida. Su despido nada tuvo que ver con el acoso laboral que sufría, ya que debido a algunos problemas económicos que sufría la empresa hubo recortes de personal, por lo que ella y otros empleados tuvieron irse. De ahí el título de este post: "Cuando ser despedida se convierte en un alivio". En el caso de Elena lo fue y mucho. Afortunadamente para ella encontró otro trabajo pocos meses después de su despido. Esos meses de "paro" le sirvieron para desintoxicarse emocionalmente y comenzar con fuerzas su nueva etapa laboral, que hasta donde sé está siendo bastante buena. No os sabría decir que habría pasado con Elena si ese despido no hubiera llegado pues ni ella misma lo sabe. La capacidad de aguante varía mucho en cada persona. Es por eso que he querido compartir este testimonio con vosotras, ya que aunque el acoso laboral, también conocido como acoso moral es tremendamente duro, antes de plantearnos la dimisión de nuestro puesto de trabajo podemos pedir apoyo y poner en práctica las acciones que os he comentado antes.
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