Acabo de leer la noticia, que os enlazo, sobre un afamado compositor español que ha dicho no a la recepción de un premio importante. Saber decir no a veces es necesario. En los tiempos que corren, Josep Soler, ha dado una muestra de coherencia personal y cómo defender su posición intelectual.
Efectivamente, tantos recortes en planos tan importantes para una sociedad como son la sanidad, en primer lugar, la educación, la cultura, incluso los medios de comunicación que sustentan la libertad de expresión, además de ser industrias que generan miles de puestos de trabajo directos e indirectos... tantas mermas y retrocesos en estos ámbitos fundamentales para el desarrollo de una sociedad requieren actos de valentía y de posicionamiento por parte de personas de referencia y talla en el mundo de la cultura.
Saber decir no es más difícil que aceptar la situación. Josep Soler ha argumentado que no quiere tener nada que ver, que no quiere verse relacionado con quienes les han otorgado la distinción... Su manera de distinguirse realmente es otra.
Callar es una manera de ser cómplice de determinadas situaciones. En estos momentos es necesario decir que no, en muchos lugares, muy claro y sin necesidad de gritar, pero sí alto, sin perder la educación nunca, pero siempre manteniendo la propia postura que puede diferir de todo un entorno. El tiempo siempre pone en su sitio a todo el mundo. En este caso, el músico ha dado un paso adelante y se ha situado en un plano ético diferente. Es necesario, por tanto, posicionarse sobre una realidad que va en detrimento del arte y de la cultura. Músicos del mundo: cuando hay que decir no, se dice no.