Los libros de Blackie Books son para mí una apuesta segura ya que todos los que me he leído me han gustado bastante, por eso pedí este para Sant Jordi hace unos años y el deseo me fue concedido. Enseguida lo leí pero esta vez... no me gustó. El relato lo cuenta Burt, un niño de 8 años que vive con sus padres y su hermano mayor que tiene dos amiguitos, pero su mejor amiga es Jessica. Es un niño que no admite normas y que no se deja llevar. Él tiene unas ideas y las va a llevar a cabo sí o sí; es un poco conflictivo. Ahora mismo está en un centro de internamiento infantil desde donde se supone que nos escribe todo lo que pasó y nos enteramos que está allí por algo que le hizo a su amiga Jessica.Al principio pensé que me iba a agradar eso de que la historia me la contara un niño, se supone que con ilusión, ternura e inocencia pero en poco tiempo se me quitó la ilusión ya que tal y como está contado al menos a mí se me ponían los pelos de punta jaja Empieza contando cómo era su vida antes de estar en el centro y podemos ver cómo actúa, qué hacía con sus amigos y sus padres... y se puede ver enseguida la cantidad de problemas psicológicos y mentales que tiene el niño por cómo actúa.En la clínica hay un profesional que realmente consigue conectar con él y el autor nos va enseñando los informes que hacen sobre él y al final sabremos qué pasó con Jessica y por qué lo hizo.Un libro que me decepcionó muchísimo porque no conecté nada con la historia, ni me interesaba ver porqué el niño era tan enigmático, ni qué le hizo a su amiga... en el momento que yo entendí que el niño era un futuro psicópata y que (para mí) sí sabía todo el rato lo que hacía, me desmotivé. OJO que El guardián entre el centeno me apasiona, eh? Una pena porque pensaba encontrar algo que me hiciera gracia leer: algo que me recordara a la infancia, a un niño, no a algo tan enrevesado.Nota: 5Lo mejor: No sabría destacar nada, quizá el plantearte cuestiones sobre la inocencia, la maldad, infancia... Lo peor: No he conectado nada con la historia, ni me daba pena el niño a pesar de estar en esa situación. No creáis que soy una insensible desalmada, es que creo que cómo está contada la historia tampoco me ha ayudado a empatizar.