¿Cuánto cobran los directivos de Tussam?

Publicado el 06 octubre 2010 por Jackdaniels

Se pregunta hoy el diario 20 Minutos en su edición impresa de Sevilla cuánto cobran los directivos de Tussam. Sacrílega cuestión ésta, más propia de sarracenos que de gente de buena fe, porque el peculio de las cabezas pensantes de la empresa de transporte urbano sevillana debe estar catalogado bajo el epígrafe de “alto secreto de Estado”, dada la opacidad y falta de transparencia que envuelve este tema.

En alguna que otra ocasión se ha filtrado a la prensa por esas malas lenguas transitan los parqués de las plantas nobles de la empresa alguna que otra cantidad aproximada. Así pudimos enterarnos que “Aladino” Arizaga ronda los ciento cuarenta mil euros anuales, céntimo arriba o céntimo abajo. El diario El Mundo también publicó en su día en su edición impresa sevillana que el Director de Recursos Humanos, con nombre y apellidos, sobrepasa los ciento cinco mil del ala cada año. Nadie de la dirección de la empresa salió a la palestra a desmentir o afirmar nada al respecto. Y, como ya se sabe, quien calla otorga.

Se preguntaba 20 Minutos al más puro estilo mayestático la cuestión, porque según Facua, el edil de movilidad, Fran Fernández se había comprometido con la asociación de los consumidores a dar a conocer los sueldos del equipo directivo de la compañía sin que hasta ahora haya abierto la boca para decir ni mú. Sólo a Facua se le puede ocurrir el tomarse en serio un compromiso de Fran Fernández. Quienes le conocen de verdad no lo harían ni locos.

El caso es que, ante la callada por respuesta del ínclito delegado de movilidad, Facua volvió a preguntar ayer por el tema durante la celebración del Consejo de Administración en el que se aprobó el tarifazo que entrará en vigor el año próximo. Y, claro, más de lo mismo.

Facua está interesada en saber cómo les afectará a los directivos la reducción salarial impulsada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que en buena ley se debería haber aplicado desde junio pasado. Pues, señores de Facua, ni desde junio pasado ni desde ahora; sencillamente no se han aplicado.

La excusa, según fuentes de Tussam, es un supuesto agravio comparativo con los directivos de Emasesa, la empresa municipal del agua. Mientras los directivos de Tussam tienen sus contratos suscritos en su integridad con el Ayuntamiento de Sevilla y, por lo tanto, fuera del convenio colectivo de la empresa, en el caso de los de Emasesa no es así.

Algunos de ellos tienen una parte de su estipendio dentro del convenio colectivo de Emasesa, por lo que en rigor no son susceptibles de serles aplicados los descuentos, mientras que la otra está suscrita con el Ayuntamiento y por tanto sí lo es.

A final de cuentas, los directivos de la empresa de abastecimiento de aguas saldrían beneficiados, ya que sus recortes serían de una cuantía bastante inferior a los aplicables en Tussam. Y claro, esto cabrea tela a la peña liderada por Arizaga, que no acaban de asimilar que ellos salgan perjudicados en tan delicado tema.

Así las cosas, deben andar devanándose los sesos en buscar una fórmula que equipare todos los casos, y mientras sumo por aquí y resto por allá, pues no aplico los recortes, me paso por el forro de los caprichos las directrices del gobierno de la nación y eso que voy ahorrando. Arizaga, que no olvidemos que cobra más que el Presidente del Gobierno, es todo un lince para estas menudencias de nada.

Lástima que para otras cosas no muestre la misma sagacidad y olfato fino, como por ejemplo evitar los autobuses parados por docenas en los puntos de relevo y en talleres sin transportar viajeros –que digo yo que alguno se debería plantear recuperar después de que se han perdido 7,7 millones en los últimos diez años–.

O en arreglar de una puñetera vez el Centro de Control, que se queda sin comunicaciones cada dos por tres desde que a alguien se le ocurrió sacarlo del sistema para dar cobertura a los servicios de emergencia encargados del concierto que U2 ofreció en nuestra ciudad el pasado 30 de septiembre y que obliga a los controladores a abandonarlo y desplazarse a las zonas para hacerse cargo de las líneas, perdiendo por tanto la atención a incidencias, supervisión y control de los vehículos en tiempo real de la que tanto alardea la empresa.

Está claro que entre la talega y la eficiencia y efectividad, Arizaga siempre se decantará por la primera. Así nos va.