Cuanto hace que no ves un show por primera vez?

Publicado el 07 junio 2011 por Amo Descubrir Canciones @adcanciones

Para empezar, quiero aclarar que hace rato no voy a un recital, o por lo menos no con la frecuencia que solía hacerlo. Lo lamento en parte. Por un lado disfruto mucho la previa, la preparativa de la tarde, organizar donde encontrarte con amigos, hablar de posibles listas de temas. Y si voy solo, me encanta transitar las cuadras previas a la entrada, mismo disfrute que comparto cuando voy a la cancha (otra cosa que hace mucho no practico). Ah y también tengo especial atracción por los plomos armando el set y las lucecitas de los amplis prendidos esperando arrancar. Pero hay cosas que no disfruto tanto.
Salvo contados shows, tengo tendencia a aburrirme a lo largo de los temas y me quiero ir antes de que termine, así que sufro un poco el ritual de los bises, la careteo un poco, todo bien pero… que terminen! Y seguido a eso otra cosa que aborrezco son las salidas de los shows, sobre todo las de estadios y cuando voy con amigos. Coordinar un lugar de encuentro, salir todo apretado, caminar una cuadra en 10 minutos. Qué viejo choto pensarán, jaja, verán que hoy estoy de sincericidio. Pero a qué voy con todo esto? Que me puse el objetivo de recuperar mi amor por los shows, y creo que eso de viene de la mano de nuevas experiencias recitaleras. Esto de ver un show de nuevo por primera vez. Una punta que nuestro el amigo Andy Visillac desde el DF incentivó con su primera vez en el exterior viendo al amigo Emir Kusturica y sus The No Smoking Orchestra. O como él los definió en su crónica: "un show de música de borrachera y baile interminable".

Después de dos meses de haber desembarcado en la impactante pero a su vez extraña ciudad del DF me aventuré a ver mi primer recital. Y se ve que no elegí cualquier recital, porque me encontré con la perfecta ecuación que se da cuando se multiplica un show casi teatral con muy buena música y el fervor que devuelve la gente.
Como buen ser humano y encima argentino, llegué al estadio Vive Cuervo lleno de prejuicios: que el público es amargo, que no cantan, que no bailan, que no saltan. Debo decir que todo eso, es un gran mito. Porque sí cantan, sí bailan y sí saltan y de qué forma.
La banda salió y entre el público ya se sintió lo que sería el comienzo de una gran noche. El cantante, showman y agitador; y la banda no tardaron mucho en encontrar la perfecta comunión con los cientos de fanáticos que esperaban los acordes del primer tema. Y digo fanáticos, porque esa es la sensación que tuve, que eran verdaderos fans del grupo y no era una bandita más la que estaba arriba del escenario.
Del show puedo decir que fueron unas 2 horas de pura entrega, de un cantante que disfrazado de “hombre alado” no dejo de arengar ni un solo instante; de un violinista que se llevo la ovación de todo el estadio, y de un Kusturica que hizo con su guitarra una perfecta película gitana.
Hubo mucha cerveza, hubo mucha fiesta, hubo mucha gente en el escenario, hubo muy buena música. Un claro ejemplo del porqué dicen que en las fiestas gitanas podía ocurrir hasta lo más inesperado. Y aquí ocurrió que el público nunca estuvo satisfecho y por eso hubo bises que ni siquiera estaban en la lista.
Mi estreno fue doble. Primera vez de Kusturica. Primer concierto en México. Resultado: ganas de más.

Qué bueno ver un show y que te den ganas de escribir algo así. La premisa entonces es buscar este tipo de experiencias y volver a recuperar ese asombro que me produjo ver a Soda Stereo en el Gran Rex cuando tenía 14 años. A ustedes les pasa lo mismo? Qué tipo de shows no fueron nunca a ver? Prometo resolver esto en los próximos años, empezando por un festival de verano europeo, aunque el precio sea comerme el fastidio de los shows eternos y las salidas caóticas. Larga vida al rock en vivo.
Para ilustrar esta crónica de Andy va este fotoreportaje cancionero que un fan subió a You Tube. Kusturica la gitanea lindo.