¿Cuánto Invertir en Tu Propia Formación?

Publicado el 31 agosto 2014 por Becaria @Lola_Garlochi

Resulta que aquí la que escribe, se marcha de estancia pre-doctoral en 15 días. A Boston, la segunda ciudad más cara de los Estados Unidos de América (sólo superada por San Francisco). No me imagino a nadie con más ganas de visitar ése país que yo (bueno, tampoco he hecho una amplia encuesta a este respecto). El Ministerio de Economía y Competitividad, que siempre se muestran harto “majos”, me ha dado una ayuda. Una ayuda que me pareció generosa, y que, al empaparme del nivel de vida y del coste de la habitación en piso compartido que buscaba, así como las tasas que imponía la universidad de destino, se me tornó corta.

La búsqueda de una habitación en la ciudad ha sido una tarea ardua, que ha terminado por acabar con mi paciencia de persona-que-busca-el-mejor-precio (también podéis llamarme ahorrativa o agarrá) y finalmente he accedido a pagar lo que fuera por tener una cama, viendo que el tiempo se me echaba encima. Finalmente, esta semana hice el primer pago. La interpretación que hago de estos altísimos precios es simple: mucha más demanda que oferta de habitaciones en una ciudad llena de estudiantes de curso entero (con más probabilidad de encontrar alojamiento) y estudiantes de corto período que asisten a alguna de su inmensa oferta de universidades o de hospitales universitarios, así como una gran experiencia en la especulación con los precios por parte de los propietarios.

En mi desesperación pedí ayuda a la Realeza: – BECARIA: “¿No conocerás a alguien en Boston que me deje una habitación?” – LETIZIA: “No, no conozco a nadie en todo Massachusetts” 

A unos días de mi partida, intento retomar la ilusión con la que me encontré el día que me dijeron que iría hasta allá tres meses, porque en este largo camino preparatorio, en ocasiones, he llegado incluso a enfadar. Yo sé que esta es una tremenda oportunidad, que más allá de lo que pueda o no aprender en el grupo de investigación al que voy, es una experiencia única que me va a enseñar muchas cosas posiblemente más valiosas, y que además, con la tremenda “papelitis” que enferma a esta sociedad en la que vivimos especialmente en España, me va a aportar lo que quieren ver. Pero, por otro lado, yo me pregunto si está justificado el después de tantos años pagando una formación, después de recibir una beca con un sueldo que lleva siendo el mismo desde su creación hace más de diez años y que, como “compensación” te ofrecen este tipo de estancias, etc. ¿cuánto es lícito pagar “de más” por tu trabajo que, como toda experiencia, te formará?

Mi situación ahora mismo es muy buena porque he tenido mucha suerte, no dejo de pensar en que soy en cierto modo privilegiada, pero creo que esto es algo que no justifica lo anterior. Vivimos en un  mundo muy competitivo, pero a veces dudo de si esta competitividad es totalmente “real” o es algo que nos dicen mucho y muchas veces para mantenernos entretenidos y calmados ante el hecho de injusticias en el sistema laboral. Yo quiero que en ningún momento se me olvide que me formo porque quiero ser mejor en lo que hago y eso me hace feliz, no porque tengo que ser mejor que “el de al lado” para que no haya excusas si no encuentro un empleo.  Mmm… igual aquí al final me he liado un poco más de la cuenta, ¿no?

¿Un mundo muy competitivo?

Y ya sabéis chicos: ¡a formarse mucho! que es que está esto muy competitivo y seguro que luego encontramos un empleo en el que ponemos en práctica todas nuestras habilidades caras.