Pasadas ya unas horas después del partido. Con los nervios más calmados y desde la tranquilidad de lo conseguido me atrevo a escribir algo sin saber por dónde empezar y mira que es fácil.
Tres.
Tres en ocho años. Tres que nos convierten en el cuarto equipo de Europa que tiene tantos títulos UEFA, junto con Liverpool, Juventus e Inter. Casi nada...pero tres en ocho años. Ocho años mágicos, ocho años que ya los quisieran muchos pasar como los hemos pasado nosotros, con nuestros sufrimientos y nuestras alegrías, con nuestras noches mágicas y nuestro saber sufrir hasta el final de una Final.
Volviendo a lo acontecido ayer y siendo del todo sincero y objetivo he de decir que el Benfica también mereció acabar con su maldición. Gozó de varias ocasiones claras casi siempre al final de los periódos y unas veces los defensas, inconmensurable Pareja y espectacular Fazio, y otras veces Beto acabaron con la oportunidad de los portugueses.
Supimos sufrir como se sufre en las finales, intentamos aprovechar nuestras oportunidades y finalmente nos lo jugamos todo a la lotería, siempre odiosa, de los penaltys, pero ahí estaba nuestro portugués andaluz para hundir toda esperanza de sus paísanos y llorar a moco tendido como todos los sevillistas y yo diría como toda Sevilla, unos por una razón y otros por otras.
Día de nervios, nervionéo a tope, desde por la mañana con un nudo en el estómago, dolor de barriga, descomposición de vientre, uñas bien cortaditas a base de pasarlas una y otra vez por los dientes y en definitiva todo un cúmulo de sensaciones, emociones y sentimientos a los que Gameiro dio rienda suelta a eso de la medianoche.
Hoy, el día después, aun tengo secuelas de nervionéo, mucho nervionéo diría yo, muchas ganas de seguir con la fiesta, de ver a mi gente cantando por toda la ciudad, de vestir La Giralda de rojiblanca de nuevo y llenar nuestras calles de sevillismo.
Cuántas veces he tenido que oir eso de que me moriría sin ver a mi equipo ganar un título mientras otros vivían de una Copa del Rey años y años...¡¡¡Cuántas!!!...
Pues mira por donde me puedo morir tranquilo, muy tranquilo viendo como mi equipo no sólo gana lo que otros sino que también se pasea por Europa a lo grande, como únicamente lo puede hacer un grande, El Grande de Andalucía, le pese a quien le pese.
Media ciudad dolida y jodida, al igual que toda Valencia y parte de Madrid y yo contento por todos ellos.
Quiero más.
Esto es lo malo que tiene ganar cosas importantes....que no te acostumbras y siempre quieres más y más.