Observaciones realizadas por un equipo internacional de astrónomos con el espectrómetro UVES del Very Large Telescope de ESO en el Observatorio Paranal en Chile, han arrojado nueva luz sobre la primera época de la Vía Láctea. La primera medida del contenido de berilio en dos estrellas en el cúmulo globular NGC 6397, exprimiendo toda la tecnología astronómica actual hasta el límite, ha hecho posible el estudio de la primera fase entre la formación de la primera generación de estrellas en la Vía Láctea y la de este cúmulo estelar. Este intervalo de tiempo se encontró que equivaldría de 200 a 300 millones de años. La edad de las estrellas en NGC 6397, como se determina por medio de modelos de evolución estelar, es de 13.400 millones de años. Sumando los dos intervalos de tiempo da la edad de la Vía Láctea, 13.600 millones de años, cifras con un margen de error de más / menos 800 millones de años.
La mejor estimación de la edad del Universo, como se deduce, por ejemplo, a partir de mediciones del fondo cósmico de microondas, es 13.700 millones de años. Así, las nuevas observaciones indican que la primera generación de estrellas en la Vía Láctea formó poco después de los primeros 200 millones de años largos "Edad Oscura", que sucedió al Big Bang. ¿Qué edad tiene la Vía Láctea? ¿Cuándo se encendieron las primeras estrellas en nuestra galaxia? Una comprensión adecuada de la formación y evolución de la Vía Láctea es crucial para nuestro conocimiento del Universo. Sin embargo, las observaciones relacionadas se encuentran entre los más difíciles, incluso con los telescopios más potentes disponibles, ya que implican un estudio detallado de los más antiguos y débiles objetos celestes.
La estrellas pertenecientes a un cúmulo globular nacen juntas, de la misma nube y, al mismo tiempo. Puesto que las estrellas de diferentes masas evolucionan a ritmos diferentes, es posible medir la edad de los cúmulos globulares con una razonablemente buena precisión. Se estima que los más antiguos tienen más de 13.000 millones de años de antigüedad. A pesar de las búsquedas intensivas, hasta ahora no ha sido posible encontrar las estrellas menos masivas nacidas de esta primera generación que aún podrían estar brillando hoy. Por lo tanto, no sabemos cuando se formaron estas primeras estrellas. Por el momento, sólo podemos decir que la Vía Láctea tiene que ser mayor que las más antiguas estrellas de los cúmulos globulares. Pero, ¿cuánto más?
lo que los a astrofísicos les gustaría tener, es un método para medir el intervalo de tiempo entre la formación de las primeras estrellas en la Vía Láctea (de los cuales muchos se convirtieron rápidamente supernovas) y el momento en que se formaron las estrellas en un cúmulo globular de edad conocida. La suma de este intervalo de tiempo y la edad de esas estrellas sería entonces la edad de la Vía Láctea. Nuevas observaciones con el VLT en el Observatorio Paranal de ESO han producido un gran avance en esta dirección. El elemento mágico es "Berilio". Los rayos cósmicos galácticos viajaron por todo el principios de la Vía Láctea, guiada por el campo magnético cósmico. La producción resultante de berilio era bastante uniforme dentro de la galaxia. La cantidad de berilio aumentó con el tiempo y es por eso que podría actuar como un "reloj cósmico". El berilio, por tanto, nos puede proporcionar información única y crucial acerca de la duración de las primeras etapas de la Vía Láctea.
Fotografía OriginalCrédito: ESO