Giuseppe decide seguir, sin miedo alguno, su camino espiritual. Aunque para ello y contra las advertencias tenga que enfrentarse a los capos del lugar, a la ausencia de las instituciones que han cerrado los ojos y a los traficantes de drogas, Marra no da respuestas ni juzga a sus personajes pero el espectador facilmente se puede identificar con este sacerdote común que no duda de desnudar sus sentimientos ante la cámara y que no puede renunciar a su moral.
Antes se proyectó el corto de Nicola Sorcinelli Moby Dick y el documental sobre el compositor Hans Werner Henze: La Musica, L’ Amicizia, Il Gioco de Nina di Majo