Cuarto aniversario (feat. Luis Muñoz y Dirtmusic feat. Tamikrest)

Publicado el 21 abril 2010 por Enriqueortiz
Guy Le Baube
Han pasado ya (y esto acojona) cuatro años desde que entoné aquel Nunc coepit que abrió este artefacto.
Ni sé todavía por qué comenzé, ni sé ahora porque continúo. Cabezonería tal vez, simple inercia, saber, quizá, que éste es uno de los pocos lujos intelectuales que me van quedando, mientras lo laborable va ganando terreno, como esa escena vista mil veces en la que uno se queda atrapado en una habitación forrada de pinchos que se van acercando cada vez más.
No he logrado articular aquí lo que siento, tampoco lo que pienso, seguramente tampoco lo que soy. Torpeza, falta de tiempo, mucho pudor y mucho Cernuda y Válery, porque, como ellos, siempre me ha resultado muy difícil encontrar lo que amo en lo que escribo.
Ni un blog literario, ni un blog de poesía, ni un blog musical. Tampoco un artefacto publicitario, ni de actualidad. Esto, en el fondo, no es nada, si acaso las vueltas y revueltas de un camino en mitad de ninguna parte que no va a ningún lugar. Pero eso, claro, no me disgusta.
Siempre he creído a pies juntillas en el poema André Gide (Les nourritures terrestres) de Luis Muñoz y he terminado sabiendo que aquí se encuentra mucho de lo que debería ser cualquier cosa que se ofrece a un público:
Que mi poema pueda interesarte
más por ti que por él.
Y que después de eso, te acerque más a todo,
a cada sol de fuera, de lo que llegue a ti.

Por eso he intentado siempre traer un retazo de lo que me conmueve o, como poco, de lo que me ha llamado la atención: un poema recién leído o recordado después de mucho tiempo, alguna canción, la inteligencia de algún spot, las ráfagas -relámpago sobre el agua- de alguna cita que me alumbra... Y he creído (muchas veces en vano), y he querido, compartirlo con ustedes por si pudiera interesarles y servirles de algo.
Seguramente uno es todo eso y no mucho más, una especie de magma inconexo que fluye hacia ninguna parte, un conglomerado de tiempos congelados que sólo emergen de vez en cuando. Y vuelvo a no saber decir lo que quiero decir.
Pues eso, que lo que quiero decir es que les agradezco la paciencia para con esta tremenda torpeza: banal, impura, inconexa, superficial, no es lo que yo querría, pero seguramente, y aunque contara con las 24 horas del día para hacer una entrada, si volviera a empezar hoy, haría lo mismo, igual de malísimamente mal (eso sí, de vez en cuando aparece la foto de un trasero o unas braguitas: no se me quejarán).
Les dejo con el último proyecto de Chris Eckman, de los Walkabouts, Hugo Race, de los Bad Seeds y Chris Brokaw, de Codeine y Come: Dirtmusic, con unos africanos de excepción que me tienen obsesionado: Tamikrest. Preparen los pañuelos.

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