Cuarto de Hotel

Publicado el 02 abril 2021 por Hugonote @Casagrande_Jose

JM Di Negri, era ateo y también vendía seguros de vida, tuvo que tomar el autobús que iba de la Capital hacia Puerto Industrial, el viaje era largo, más o menos son ocho horas. Había tomado el servicio Expreso, esto es, se hacía un viaje directo entre las dos pujantes ciudades, con una breve parada a mitad del camino, con el fin de cambiar el conductor y que los pasajeros tuvieran unos 5 o 10 minutos de tiempo para estirar las piernas.

Cuando se subió, detrás de él venia un hombre vestido de payaso, unas gitanas, el Ventrílocuo, una bailarina y otros miembros de una Troupe circense. Ya casi no habían puestos, El Ateo se sentó en el asiento detrás del Conductor. De repente el Ventrílocuo movió los labios casi imperceptiblemente pero su voz salio proyectada hacia la boca de la joven bailarina y dijo:

"¡Vaya, Vaya!, ¿que ocurre aquí? ¡Tenemos Full House!"

Luego el Ventrílocuo, se dirigió a una muchacha que no tenia aspecto circense y que al inicio el Ateo creyó que no iba con ellos, y le dijo: "Alma querida por favor siéntate aquí, yo me iré al fondo" (es de anotar que la voz seguía saliendo de la bailarina) - Dijo esto mientras le señalaba el puesto vacio al lado del Ateo.

La chica era hermosa, de aspecto frágil e iba vestida de manera informal, con unos vaqueros, blusa blanca y sandalias.

El Ateo estaba feliz, de un modo u otro se las ingenio para hacerle un par de preguntas, ella contesto fríamente, estuvieron un tanto indiferentes unos 15 minutos y luego comenzaron a charlar animadamente.

-Me llamo Zaida, dijo ella y sonrió. -Me gusta tocar el Clavicordio

- ¿El que? preguntó con duda el Ateo.

-CLA-VI-COR-DIO. Es un piano antiguo con un sonido muy particular, le dijo la misteriosa dama al ateo.

Siguieron así por varias horas charlando livianamente y sin saber como resultaron besándose, abrazándose y manoseándose.

De repente el ateo le propuso lo siguiente: "Si quieres cuando el autobús haga la parada para cambiar de conductor, podemos bajarnos y quedarnos en un Hotel que hay cerca de la Estación"

-Si, dijo ella - pero... ¿tienes protección?

-Claro que si, cargo siempre mis preservativos.

Ella se quedo mirándolo y le dijo: "no me refiero a eso, sino que como eres ateo supongo no tienes crucifijos o un Buda algo pasadito de kilos o pirámides o estrellas de David o estampitas de santos que te protejan".

- ¿Protegerme de que? pregunto el ateo.

- De alguien como yo. Dijo la chica y sonrió.

- ¿Ocurre algo? pregunto el ateo.