Cuatro consejos para introducir cereales en la dieta de tu bebé

Por Amormaternal

Hemos tocado muchas veces el tema de la alimentación complementaria y de la introducción de sólidos en la dieta del bebé en Amor Maternal. Como hemos hablado en anteriores ocasiones, lo más aconsejable a mi parecer, y según el Dr. Carlos González es la alimentación libre de papillas o autorregulada. Recordemos, que como su nombre lo indica, estamos hablando de un complemento meramente. El alimento principal del lactante, continúa siendo la leche materna o, en su defecto, la leche de fórmula adaptada. Partiendo de esta base les dejo algunos consejos, concretamente sobre la introducción de cereales en la dieta del bebé.
Para introducir cereales en la dieta del bebé no es necesario usar papillas de cereal instantáneas
Este es el consejo básico, tendemos a pensar que la forma adecuada, o quizás sea la única que se nos pase por la mente inicialmente es la de comprar papillas de cereal instantánea, pero no es así. Cuando hablamos de cereales nos referimos a todo aquello que entra dentro de este grupo alimenticio. Es decir; arroz, avena, maíz, trigo, centeno, etc. 
Seguramente el pediatra de tu bebé te dará las indicaciones específicas en cuanto al trigo, en este artículo no pretendo discutir el tema de la introducción de gluten, ni las alergias, sólo dar algunos tips, y comentar, que según Carlos González, lo ideal es procurar que la introducción de trigo sea gradual y ocurra durante la lactancia materna (es decir; no luego de haber destetado) ya que esto contribuye a disminuir la incidencia de alergias.
Sabiendo esto, existen múltiples formas de introducir cereales en la dieta del bebé: un trozo de pan (contenga gluten o no), macarrones, espaguetis, un risotto, etc. Lo importante es que no sea todo licuado, que pueda experimentar la comida con sus manos y llevársela a la boca cuando le apetezca.
De más está decir que lo recomendable -aunque entren dentro del grupo de los cereales- es evitar la bollería industrial y demás carbohidratos refinados que poco aportan salvo calorías vacías. Mucho más sano sería un pan de elaboración casera o de una panadería artesanal, pastas de grano integral, etc.
Es recomendable que el bebé comparta la mesa con sus padres
Siempre lo he comentado en mis artículos sobre alimentación infantil, y lo reitero aquí. He visto que en algunas familias se acostumbra sentar al bebé a comer primero, la mamá o algún otro cuidador se dedica a introducir una cuchara tras de otra en la boca del bebé, y allí estamos perdiendo gran parte de la experiencia que es la alimentación.
Por un lado nos perdemos la parte social, compartir la mesa, mirarnos, hablar, disfrutar juntos de alimentarnos, de los sabores y texturas de los alimentos, de los colores, de la conversación y las risas. Por otra parte, no está presente el ejemplo; el niño no nos ve comiendo una papilla como la que se le está sirviendo a él, nos ve comer comida "de verdad".
Por lo que aconsejo que nos sentemos todos juntos en la mesa y compartamos. Podemos, o bien servir al peque un poco de nuestra comida, cuidando que no tenga alimentos potencialmente alergénicos, o bien sentarnos cerca y dejarlo picar de nuestro plato, de la misma manera.
Los risottos son una buena manera de introducir cereales en la dieta del bebé
Le llamo risotto por su textura cremosa, más no necesariamente tiene que ser una receta tradicional de risotto italiano. Podemos improvisar, omitiendo preferiblemente los lácteos, sobre todo en bebés menores de un año y lactantes que aún toman el pecho. Podemos sofreír varias verduras juntas, picadas en trozos pequeñitos, utilizar caldo casero como líquido para la cocción del arroz y dejar que el arroz se pase un poco para que sea fácil de masticar aún por bebés sin dientes.
Es una comida sana que puede disfrutar toda la familia, y el peque también. Además el arroz tiene muy pocas probabilidades de causar alergias, por lo que por ese lado estamos tranquilos, y si está bien cocido, o un poquitín pasado, pues también reducimos el riesgo de atragantamiento.
Papillas de cereales caseras fáciles de preparar para al bebé
Aquí cuando hablo de papillas no me refiero a algo licuado, con textura perfectamente homogénea como los potitos comerciales que compramos habitualmente. Me refiero a cocer arroz, hojuelas de avena, incluso quinoa junto con fruta en trocitos y hacer un postre cremoso (sin azúcar por favor) que el bebé pueda comer con cuchara si le agrada.
Cuando mi hijo estaba pequeño, siempre tenía una cantidad hecha en la nevera para varios días, me servía de postre a mí tras las comidas, rociado con un chorrito de limón y espolvoreado con canela, o con una bola de helado, un poco de muesli crujiente encima, y para él era una "papilla" sana y deliciosa con algo de textura.
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