Cuatro gatos y la escritora Elena Poniatowska

Por Nazarinasociacion

Elena Poniatowska, nacida Helène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, tiene dos gatos llamados Monsi (un gato) y Vais (una gata) en honor a su gran amigo, el autor mexicano Carlos Monsiváis (https://gatosyrespeto.org/2014/06/19/carlos-monsivais-amor-a-los-gatos/), que murió hace seis años y medio. La escritora y Rafael Barajas, conocido en México como “El Fisgón”, publicaron hace tres años un libro infantil (supuestamente) titulado “Sansimonsi”, cuyo protagonista presenta un extraño parecido con Monsiváis, más aún si tenemos en cuenta que este último vivía en la calle San Simón. En ese libro, el gato se burla y piensa en las impertinencias que le gustaría decir a los diputados y al presidente de su país.

Es fácil deducir, por las fotos que hemos encontrado, que Sansi es el gato blanco y negro y Vais, la gata gris con manchas. Pero hubo otro gato en la vida de Elena Poniatowska, uno rayado que vemos en dos fotos; la primera cuando aún era un gatito y la segunda, ya de mayor y con cara de no gustarle posar. Quizá fuese el gato Gazpacho que convivió con la gata Silvana y la perra Loba, salvada en el Periférico, el cinturón que rodea Ciudad de México.

Y ya que no podemos decir nada más acerca de los gatos de la escritora, hablaremos un poco de ella. En 2013 fue galardonada con el Premio Cervantes, la cuarta mujer que lo ganaba en 37 años, después de las españolas María Zambrano (1988) (otra gran amante de los gatos) y Ana María Matute (2010), así como la cubana Dulce María Loynaz (1992).

Su madre se casó con el heredero de la corona polaca, Jean Evremont Poniatowski Sperry, en París, ciudad en la que nació la escritora en 1932. En 1941, su madre Paulette huyó de la II Guerra Mundial con sus dos hijas y regresó a México, de donde era originaria. Su padre se había alistado en las filas francesas y no se reunió con ellas hasta acabada la guerra.

Elena Poniatowska y Monsi

En 1949 ingresó en un internado católico en Estados Unidos hasta 1952. Un año después ya escribía crónicas y entrevistas para el periódico Excélsior con personalidades como la cantante Amália Rodrigues, la pintora María Izquierdo, el escritor Juan Rulfo y la actriz Dolores del Río. Durante una época publicó una entrevista diaria. Entonces empezó a interesarse por cuestiones sociales y por el papel de la mujer mexicana. Su primera novela, “Lilus Kikus”, apareció en 1955, el mismo año que tuvo a su primer hijo. En 1963 publicó su segundo libro, “Todo empezó en domingo”, y en 1965, mientras recorría Polonia con su madre, mandó una serie de crónicas a Novedades, periódico en el que seguiría colaborando casi toda su vida, donde “cuestionaba la moral establecida, la justicia y en general, lo absurdo de la vida”.

En 1964 conoció a Josefina Bórquez, una lavandera con la que se entrevistó cada miércoles durante muchos meses y que le descubriría la otra cara de la Ciudad de México. El fruto de estas entrevistas se publicó en 1969 en “Hasta no verte Jesús mío”, libro con el que ganó el Premio Mazatlán de Literatura y que le daría fama internacional. Había contraído matrimonio con el astrofísico Guillermo Haro un año antes.

El 2 de octubre de 1968, diez días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, tuvo lugar la matanza de la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, con decenas de estudiantes y obreros muertos a manos del ejército mexicano; nunca se ha sabido la cifra exacta de víctimas. En ese momento escribió un artículo sobre lo ocurrido que el periódico Novedades no quiso publicar, así como tampoco la entrevista que le hizo a Oriana Fallaci, herida durante el trágico acontecimiento.

En 1971 publicó “La noche de Tlatelolco”, y el recién elegido presidente Luis Echeverría, que en 1968 era secretario de Gobernación, le concedió el Premio de Literatura Xavier Villaurrutia, que Elena Poniatowska rechazó.

En 1985, después del terrible terremoto que asoló México D.F., redactó artículos casi a diario que reunió en 1988 en la crónica colectiva “Nada, nadie, las voces del temblor”, el mismo año en que murió su marido. En 1992 llegó la novela “Tinísima”, que tardó diez años en terminar, seguida de “Luz y luna” y “T. Tauri”. En 2011 ganó el Premio Biblioteca Breve por “Leonora”.

Carlos Monsiváis

En 2007, la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, instauró el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska, dotado con 500.000 pesos. Cuatro años después, en 2011, se creó la Fundación Elena Poniatowska para preservar y difundir el archivo histórico de la escritora, apoyar a los grupos sociales retratados en sus obras y promover el debate público en torno a la cultura mexicana.