"Cuatro muertos más para el desierto" de Christopher Pollinini

Publicado el 07 enero 2016 por Juancarlos53
La impresión primera que me ha causado esta novela es de cierto desconcierto. Desconcierto por ser un thriller interesante que va ganando ritmo según pasan los 38 capítulos en que se distribuye la narración, pero que al tiempo incurre en ocasiones -más de las disculpables en mi opinión- en algunos errores lingüísticos a los que me referiré más adelante. 

Méritos
El relato tiene méritos evidentes pues, aunque no estamos ante una obra de arte, sí que nos hallamos delante de una narración bien construida con unos sólidos personajes y una trama que en parte se desarrolla en un momento historico de nuestro país muy importante: la entrega de la administración del Sáhara español por parte de España a los países limítrofes: Marruecos, Mauritania y Argelia.
Estructuralmente la narración se inicia casi por el final de la historia: Alberto Correa està herido en una zona boscosa próxima a una carretera o calle a la que intenta aproximarse. Este inicio se sitúa en el momento actual.
 Los 38 capítulos que forman el relato van marcados con el momento temporal en que suceden los hechos que en cada uno de ellos se relatan: los dias de octubre y noviembre para los situados en 1975 y, simplemente, el día de la semana para los que tienen lugar actualmente.
- Los personajes: Con ellos se pueden hacer agrupaciones:
  • Los Correa: los hermanos Alberto y Fernando; sus respectivas mujeres: Consuelo y Renata; el hijo de Alberto: Tomás, estudiante universitario; el grupo de amistades de la universidad: Filippo y Alessandra, dos chicos italianos que están de Erasmus en Barcelona;
  • Los Igner: Muhammed, el padre;  Youssef su hijo; el detective Xavier Santamaría.
  • Los delincuentes: teniente Castellón, Hadi, los guardaespaldas y matones: Basile, Samir Suárez, Tenacio..., el traficante José Esteban y su mujer Carmen.
  • Próximos al mundo delincuencial por sufrirlo en propia carne o por dar suelta a un sentimiento vengativo estarían los Bachir: Ahmed Bachir y su mujer Hahmud.
En ocasiones el comportamiento de algunos personajes entra de lleno en el terreno de la inverosimilitud; como cuando Tomás, que tiene al padre en coma grave en el Hospital, y a su tía Renata sospechosa de relacionarse peligrosamente con un tal Youssef Ingmer, decide tras un examen irse de fiesta a celebrar las hogueras de San Juan. ¡Increíble, desde luego!
- Localización: tres países (España, Marruecos, Sáhara colonial), tres ciudades (Barcelona, Tetuán, Las Palmas de Gran Canaria).
De estas localizaciones Barcelona y su barrio del Raval es el lugar de referencia y donde tienen lugar
más acciones; luego, por situarse en ella momentos de máxima tensión, estaría el Sáhara colonial (Río de Oro, Smara, Villa Cisneros...) en el momento en que la Marcha Verde está a punto de comenzar. Por último la ciudad marroquí de Tetuán tiene importancia en la resolución del conflicto.
A mí me ha gustado especialmente el conocimiento que el novelista demuestra tener de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en la que sitúa algunas acciones importantes. Sin embargo me ha decepcionado observar que cae en lugares comunes impropios como decir que "Esa isla era tan pequeña que casi todos se conocían de vista." (pág. 302) cuando dicha isla canaria tiene una extensión de 1502 kilómetros cuadrados y una población de casi un  millón de personas.
Pero esta caída en el tópico no es puntual y sólo referida a la isla del archipiélago canario; también cuando recuerda el origen extremeño del protagonista se le vienen a la pluma socorridos e inexactos adjetivos -"desértico", "tétrico"- por eso de estar en Extremadura:
"Aquel día, como todos los veranos, la madera de los tejados crujía y terminaba por añadir una tétrica nota musical al desértico paisaje de Extremadura" (pág. 213)
- Momentos poéticos logrados:
El intenso pero fugaz enamoramiento entre Tomás y Alessandra que corre el riego de perderse en cuanto haya distancia de por medio lo expresa el novelista con esta afortunada frase:
"le dolía no saber lo cerca que estaba del olvido en la cabeza de aquella muchacha" (pág. 216)
También está lograda la descripción del estado emocional de Tomás Correa al ver a su padre herido en el hospital:
"El silencio se movía en una oscuridad presente y el olor a desinfectante del baño se mezclaba con el ambientador del ropero. Notó con preocupación la proximidad del olvido." (pág. 40)
-Novela negra
Es una novela del género que no ahonda para nada en la sociedad en la que se desarrolla (Barcelona, la España actual...). La ciudad de Barcelona es un simple escenario pero apenas si aparece algo de la situación de corrupción vivida durante estos últimos años en España, ni ninguna problemática racial, étnica, lingüística o del tipo que sea. Ya digo estamos en Barcelona pero igual podíamos estar en Gijón, O Grove o Vitigudino. Para mí esto es una carencia del relato.
Al tiempo que omite o evita alusión alguna al momento actual español, sin embargo al hablar de 1975 echa mano de frases ciertas pero que en ese momento no se formulaban así y que hoy por manidas y tópicas más parecen aprendidas que asumidas. Me refiero concretamente a cuando usa la expresión "cuerpo opresor" para referirse a la conocida como Policía Armada franquista:
"Paula respiró aliviada al pensar en aquellos uniformes grises. Nunca hubiera pensado que llamar a aquel cuerpo opresor fuera tan fácil." (pág. 89)
 Sin embargo y pese a ser una historia negra enclavada en el submundo del latrocinio, la droga y el asesinato, el autor no se excede en las muertes que se producen. Para mí este es un mérito evidente que hace verosímil un relato que puntualmente manifiesta cierto gusto por la estética "gore":
"Alguna parte de su cabeza había cedido bajo las llantas y la calle comenzaba a mancharse de un amplio charco de sangre." (pág. 351)
Sí me parece propio del género negro en que cabe inscribir este relato la manifiesta hipocresía del matrimonio Correa, Alberto y su mujer Consuelo, quienes sin renunciar al dinero sucio obtenido por procedimientos espúreos no vacilan en dar lecciones morales a su hijo. Tomás, el hijo, vivirá una estupenda vida futura al estar sentado sobre el confort que el dinero proporciona. Nadie le preguntará qué pasó 40 años atrás en el Sahara, qué amistades hizo allá su padre, a qué se dedicó desde entonces, por qué sufrió atentados... En fin así es la vida.
Deméritos
Como señalé al inicio el autor incurre en errores lingüísticos primarios nada disculpables y que creo debe evitar en el futuro si quiere tener éxito en este mundo de la literatura. Sin afán de exhaustividad a continuación señalo algunos que me han llamado especialmente la atención:
  • Impropiedades: "bombardear" por 'bombear' ( "Su corazón comenzó a bombardear sangre a un ritmo acelerado", pág. 199),  "agudizar" por 'aguzar' ("Agudizó la mirada", pág. 32), "emanar" por 'manar' ("la sangre emanaba tan libre por sus heridas", pág. 289), "estipular" por 'establecer' o por 'marcar' ("Alberto se dio cuenta de que Zayed se sentaba en un cojín más alto para estipular autoridad intelectual.", pág. 355)  y otros muchos más.
  • Leísmos y Loísmos: "-Corred -dijo él. / Ella le miró sin comprender. Entonces lo gritó. / -¡Corred!" (pág. 193), "Tomás no le comprendió" (referido el pronombre a Alessandra en la pág. 21) y otros semejantes.
  • Mal uso del régimen preposicional: "pondría en defensiva" (pág. 80), en vez de 'pondría  a la defensiva'.
  • Dequeísmo: "No pretendo decirle de que venga conmigo" (pág. 140).
  • Errores de concordancia temporal: "Tenía ojeras, y las lágrimas de hace unos momentos se le habían secado en la mejilla" (pág. 66)
  • Atribuciones incorrectas: como cuando insistentemente al inicio de la narración coloca "aceras" a la carretera por donde camina el personaje herido. De seguro es un calco semántico del catalán "carrer" cuya traducción correcta al castellano es "calle"
 ¿Por qué estos errores, tan infantiles algunos de ellos? Sólo encuentro una explicación: la propia biografía del novelista:
Christopher Pollinini (Nueva York, 1984) es ingeniero químico. Nacido en Estados Unidos, mitad italiano y mitad español, su vida laboral le ha llevado a residir en diferentes países como Alemania, Holanda, Italia o Inglaterra.
En la actualidad trabaja en Estrasburgo (Francia) donde ha compaginado su profesión con la escritura de este libro. "Cuatro muertos más para el desierto" es su debut como novelista.
Es evidente que Cristopher posee un gran bagaje en conocimiento de idiomas pero lo que posee en extensión le falta en intensión que diría nuestro Baltasar Gracián. Su poliglotismo le facilita -¡seguro!- el triunfo en el campo profesional de la ingeniería química pero, en mi opinión, le supone un lastre para la excelencia exigible en la escritura literaria.
¿Habéis leído esta novela publicada por Ediciones Áltera? ¿Qué os ha parecido?