Cuatro noches, una mañana

Publicado el 11 junio 2015 por Elinfiernodebarbusse

Con esta rotunda belleza presenta Nórdica una nueva edición de Noches blancas, de Dostoievski. No voy a hablar ahora del argumento de esta novela corta que transcurre en la ciudad de San Petersburgo a lo largo de cuatro noches y una mañana. Eso ya lo doy por sabido por los avanzados visitantes que frecuentan este blog. Tranquilos, por tanto, no les aburriré contándoles eso tan innecesario sobre un libro como es de qué va. Solo remarcar, eso sí, que en esta obra de juventud, Dostoievski ya nos deja boquiabiertos con su manera de escrutar y diseccionar las grandes pasiones que mueven al ser humano: el amor, la ilusión, la esperanza, el desamor, el desengaño. En esto no tiene rival. Es, sin duda, como decía Stefan Zweig, «el mejor conocedor del alma humana de todos los tiempos.».
Pero centrémonos en esta edición. Su atractivo (por no decir su atractivísimo) es doble: la traducción es nueva, que falta hace con Dostoievski (da un poco de sarpullido eritematoso ver que todavía hoy algunos editores siguen recurriendo, impúdicamente, a las achacosas y muy envejecidas traducciones de Cansinos Assens, que, por muy meritorias que fueran en su día, ya ha llovido). La que ha encargado Nórdica viene firmada por Marta Sánchez-Nieves, sobre la que bastaría decir, para hacernos una idea de su calidad profesional, que es la cotraductora de la extraordinaria versión de Los hermanos Karamázov para Alba editorial. Y eso es lo mismo que decir que Fiódor Mijáilovich está en muy buenas y cuidadas manos. 
Eso por una parte. Por otra, este Noches blancas incluye unas ilustraciones espectaculares de Nicolai Troshinsky, un joven ilustrador ruso afincado en Madrid, del que no conocía nada, pero de cuyo trabajo me he enamorado de inmediato. La fluidez de su dibujo, su delicada combinación cromática, el enorme poder evocador de su grafismo es, desde luego, impresionante. Les dejo aquí abajo el vídeo de presentación del libro por si quieren comprobar lo que les digo. Pongan pantalla completa y disfruten. 

Un resumen y una intuición. El resumen: un libro para leer, disfrutar, contemplar y conservar. De esos que hay que atrapar de inmediato y que si deja pasar de largo, con el tiempo, le remorderá cruelmente la conciencia y le provocará severos trastornos del sueño. La intuición: Dostoievski ya no tiene excusa para no venir el año que viene a la Feria del Libro madrileña a firmar ejemplares de esta preciosa edición de Noches blancas.