Vamos a tomar, por caso, la inclinación hacia la enjambrazón. Esto puede ser una gran ventaja para la colonia durante un año bueno y puede llevar a la destrucción de la colonia en un año malo. La selección trabaja, por lo tanto, a veces en una dirección, a veces en la dirección contraria y mantiene cierta variabilidad automática, también dentro de una sola cepa. Los apicultores se interesan por muchos aspectos característicos, pero sólo una parte de los mismos son compartidos por la totalidad de la raza y aún en ese caso pueden esperarse diferencias limitadas. Además, la evaluación de las mismas abejas podría dar resultados diferentes en ambientes distintos y en circunstancias disímiles.Tratándose de las tres razas europeas podemos superar estas dificultades; fuerno probadas y comparadas tantas veces que una evaluación válida y correcta resulta factible.
Si evaluamos, por ejemplo, a la “abeja italiana”, debemos tener en mente que esto significa hablar de un tipo promedio y que algunas cepas de esta raza, que podría ser la que hemos seleccionado, puede mostrar un comportamiento diferente. Deseamos describir estos aspectos “típicos”en la forma más objetiva posible y no queremos empezar con los encabezamientos comunes de “ventajas” y “desventajas”. La evaluación de estos términos, basados en circunstancias fijas, sólo podría ser muy subjetiva.La poca habilidad para invernar, que resulta una seria desventaja en regiones más frías, no tiene ningún significado en climas cálidos, una gran mansedumbre, que con justa razón es generalmente muy apreciada, puede llevar al exterminio una colonia en determinado lugar debido a una auto defensa inadecuada. Cada apicultor debería clasificar por sí mismo las características de las abejas en deseables o indeseables. No existe una “abeja absolutamente superior” para toda circunstancia. Por estas razones no prestaremos demasiada atención a las comparaciones corrientes como ser la capacidad de producción de miel de las razas. Estos conceptos son únicamente válidos bajo condiciones inmutables. Los resultados, con frecuencia contradictorios de estas comparaciones fundamentan tal afirmación (abushady, 1949). Son más convincentes los ensayos llevados a cabo con una serie de cepas de la misma raza durante periodos largos; las comparaciones en gran escala han llevado al reemplazo de una raza por otra (abejas oscuras por la italiana en los EE.UU., abejas sirias por las italianas en Israel y abejas oscuras por las carniolas en Alemania).Hoy día es común el uso correcto de los nombres científicos en forma abreviada en lugar de los nombres populares de las razas. Así decimos la Melífera, la Lingústica (nombre de la raza de abejas de Italia), la Cárnica y la Caucasica.Las abejas negras (Apis mellifera mellifera L.)País de origen: Todo el norte de Europa, oeste de los Alpes y Rusia Central. Las abejas de la Península Ibérica se hallan estrechamente relacionadas con la abeja oscura (Hermano Adam, 1957). Desde el siglo 17 las abejas oscuras fueron llevadas, cruzando el Atlántico a América del Norte y del Sur y cruzando los Montes Urales a Siberia. Pero durante las últimas décadas el desarrollo de la apicultura moderna no resultó favorable para ellas y perdieron terreno prácticamente en todas partes. Como raza pura tienen actualmente significancia local en algunas partes de España, Francia, Polonia y Rusia; algunos apicultores crían algunas líneas seleccionadas de ellas en Suiza (la línea Nigra), en los Alpes de Austria, Gran Bretaña y Escandinavia. En otras partes han sido cruzadas con Cárnica, Ligústica, o Caucásica o fueron desplazadas por completo.
Comportamiento: Generalmente nerviosas al aire libre, ellas abandonan rápidamente el panal. Con frecuencia, pero no siempre, agresivas. De desarrollo algo lento en primavera, hasta llegar a colonias de tamaño mediano. Presentan colonias fuertes a fines de verano y durante el invierno (curva de desarrollo llana, Ruttner, 1960). Escasa disposición hacia la enjambrazón. (La famosa “abeja del brezo” (abeja Holandesa) de otros tiempos, procedía de una línea especial de esta raza, como resultado de largos años de cruzamientos y selección por su inclinación hacia la enjambrazón). Presenta buena invernada bajo condiciones climáticas severas. Muchas veces se ha elogiado el comportamiento trabajador de esta raza (Hermano Adam, 1966), pero durante el flujo del trébol la abeja oscura resulta muy inferior a las razas de lengua larga. Es susceptible a enfermedades de la cría y a la polilla de la cera.La abeja oscura se desarrolló bajo la influencia de los climas templados del oeste europeo equilibrados por el océano. Por esta razón no es grande su producción de cría; el desarrollo primaveral es tardío. Con los adelantes de la agricultura moderna la producción de miel de la abeja oscura quedó en inferioridad frente a otras razas, especialmente en primavera. Así, la apicultura moderna, con algunas pocas excepciones, no prefiere a la abeja oscura. Según el Hermano Adam (1957), esta abeja es superior a cualquier otra raza durante el flujo del brezo en Inglaterra y Noruega. Siempre tienen suficiente miel en los panales de la cámara de cría y existe muy poco peligro de que pueda morirse de hambre. En zonas pobres, las demás razas consumen muchas veces toda su miel, mientras que la abeja oscura es ahorrativa y con su economía en el trabajo siempre produce algún excedente.En Francia, Louveaux (1969) pudo demostrar la existencia de por lo menos tres ecotipos diferentes de la abeja negra cuyo ritmo de cría guarda determinada correlación con el ciclo local y estacional de flujo de miel.En la región de París, cuyo principal flujo de miel proviene de árboles frutales, nabo silvestre (colza) y robinia, se desarrolló a principios de la temporada, un ecotipo con un ciclo que comienza temprano y declina rápidamente. En la región del brezo del Sudoeste (Landes) existe un ecotipo con un ciclo veraniego de comienzo lento, pero prolongado. El tercer ecotipo, en Provenza, mostró características del ciclo Mediterráneo: Un comienzo muy temprano en primavera y un segundo repunte de cría en otoño. Las colonias de determinados ecotipos, que fueron transportadas a otras regiones con diferentes plantas melíferas, mantuvieron la tendencia de su ciclo de cría hereditario, a pesar del cambio de ambiente; no se adaptaron y en todo caso resultaron inferiores en rendimiento de miel a las abejas indígenas.Queda pendiente la cuestión de si la abeja oscura, luego de una selección cuidadosa, en zonas determinadas, podría revestir importancia en el futuro. Si se la cruza con otras razas, su descendencia híbrida demuestra una vitalidad y rendimiento poco usual, pero al mismo tiempo se mantiene su fuerte tendencia a picar, una mala costumbre que reviste importancia.Las abejas Italianas (Apis mellifera ligustica Spin.)Dzierzon llevó las primeras “abejas amarillas” desde Venecia a Alemania, en 1853. En base a sus informes entusiastas llegaron poco tiempo después (1859) las primeras reinas Italianas a los EE.UU. Aquí, al igual que en otros países, la abeja Italiana llegó a ser la abeja comercial. “Es dudoso que la apicultura pudiera haber sido capaz de realizar los grandes progresos de los últimos 100 años sin la abeja Italiana” (Hermano Adam, 1966). Tanto en Italia, cerca de Bolonia, como en los EE.UU., urgieron empresas productivas de cría que enviaron las reinas de esta raza a todas partes del mundo.País de origen: Italia, con excepción de Sicilia.
La Ligústica es hija del clima Mediterráneo: inviernos cortos, benignos y húmedos, veranos secos con un prolongado flujo de néctar. La abeja Italiana ha resultado excelente en climas similares durante muchas décadas, pero no tiene defensas frente a inviernos más largos y primaveras tardías con temporadas de temperaturas bajas. Siempre ha sido difícil para razas de climas templados y cálidos aclimatarse en zonas frías. En Europa esto puede apreciarse fácilmente; se han hecho muchas tentativas fallidas con abejas Italianas que fueron llevadas al norte de los Alpes. Por más de 100 años se importaron continuamente, pero nunca fueron capaces de aclimatarse en forma satisfactoria.Por otro lado debemos subrayar la buena capacidad de la Ligústica cuando hay buen flujo. Además de la fuerza de la colonia, contribuye mucho la especial astucia de esta raza para la pecorea, auque puede llevarlas también al pillaje entre diferentes razas, siempre es la Italiana la que lo inicia, sin que haya diferencia alguna según procedan de Italia o de EE.UU. Si se abre una colonia nueva durante una época de poco flujo de néctar, muy pronto aparecerá la primer exploradora amarilla.En sentido de orientación sólo tiene importancia en apiarios donde residen numerosas colonias muy juntas, como en las casas de abejas de Europa central. El sentido de orientación de la abeja Italiana ha demostrado ser bastante débil en esos casos y las abejas se equivocan muchas veces de colonia.Según Alpatov (1929), las abejas Italianas llevadas a los EE.UU. muestran las mismas características que las Italianas en su país de origen. La única diferencia consiste en que se acentúa el color amarillo, resultado éste, de una preferencia por abejas de color claro uniforme. Siguiendo el mismo esquema que esta preferencia por el color, se produjo una cierta selección en los EE.UU. en lo que se refiere a cantidad de cría a desarrollarse, tranquilidad sobre los panales y disposición hacia ciertos flujos. Si hablamos entonces de una “abeja americana”, queriendo significar “una línea americana de Apis mellifera ligustica”, estamos perfectamente justificados. Las abejas Carniolas. (Apis mellifera cárnica Pollmann)País de origen: La parte sur de los Alpes Austriacos y el Norte de los Balcanes (Yugoslavia). Cárnica en un sentido más amplio: Macedonia con todo el valle del Danubio (Hungría, Rumania y Bulgaria). Las abejas de estas zonas no difieren en sus características externas de la Cárnica de los Alpes y por cierto pertenecen a la misma unidad sistemática. La línea que limita su zona al este, no está claramente definida; la “abeja de las estepas” (A. mellifera acervorum Alp.) del sur de Rusia es parecida a la Cárnica y forma una transición gradual hace la abeja oscura.
La difusión de la Cárnica, especialmente durante las últimas décadas ha aumentado mucho. Se pueden distinguir dos etapas en la utilización económica de estas abejas: 1. Antes de la Primera Guerra Mundial fueron enviadas por millares en cajas rudimentarias de madera sin marcos (colmenas rústicas de Carniolas). Aumentaron por simple enjambrazón natural, pero los resultados con estas abejas, seleccionadas según su inclinación para la enjambrazón, fueron muy decepcionantes. Algunas de ellas existen todavía en Carintia y Eslovenia, pero su capacidad productora de miel es completamente inadecuada. 2. Aproximadamente a partir de 1930 se ha llevado a cabo en Austria un programa de cría bien planificado; ciertas líneas fueron seleccionadas teniendo en cuenta la capacidad productora e inclinación por la enjambrazón. Estas líneas se conocen bajo la denominación de abeja cárnica.
En toros campos de cría animal han logrado razas sintéticas, generalmente por cruzamiento de razas de diferentes zonas geográficas y por larga selección y consanguinidad, desarrollándose una nueva combinación estable. Hasta ahora, en la cría de abejas dicho método se ha utilizado poco, debido a las dificultades de control en el apareamiento, aunque existen grandes posibilidades en este campo (Hermano Adam, 1966).En el cultivo de plantas se usa hoy día el efecto de heterosis (vigor híbrido) en alto grado. El trigo híbrido es el mejor ejemplo de lo que puede lograrse con esta técnica. Sólo pocas especies de animales consiguen adaptarse a este método; la abeja melífera es una de ellas, debido al gran número de su descendencia que supera a los padres y esto pude alcanzarse, en el caso de la abeja, en dos formas diferentes:1.- Abejas híbridas o doblemente híbridas, de líneas sanguíneas. Los métodos clásicos utilizados en la producción de trigo demuestran también resultados muy promisorios en la cría de abejas (Cale, 1957, Cale y Gowen, 1956). Tanto en postura de huevos, como en la producción de miel, las híbridas sobrepasan las líneas testigo. El aumento en producción llegó al 34%.2.- Cruzamiento entre dos razas geográficas. El vigor híbrido también se obtiene en muchos casos cuando se cruzan dos razas geográficas, sin consanguinidad previa. Dado que generalmente existen grandes diferencias genéticas entre razas, los resultados exceden a los que se consiguen por cualquier otro método, pero no siempre pueden repetirse. Sin embargo debemos llamar la atención sobre el hecho de que en un considerable número de experimentos los cruzamientos no mostraron ningún vigor híbrido. La siguiente lista nos dará una sinopsis de los resultados positivos obtenidos por algunos autores (Ruttner, 1968, Bornus, 1972).
Cruza Aumento en producción de miel
Melífera x Cárnica 31%comparado con los mejores padres (seleccionadasCárnicas, Ruttner, 1968)55%con Melífera (Bornus, 1972)
Cárnica x Melífera 33%comparado con la Cárnica. Muy agresiva.
Ligústica x Cárnica 70%comparado con la Cárnica. Agresiva.
Cárnica x Ligústica 10%comparado con la Cárnica. Mansa.
Ligústica x Melífera x Mel. 153%comparado con la Melífera.
Caucásica x Melífera 15 a 66%comparado con la Melífera.
Caucásica x Ucraniana 65 a 165%comparado con abejas locales.
La capacidad de combinación dentro de una raza geográfica puede dar lugar a características diversificadas. En los cruzamientos no todas las líneas de dos razas producen el mismo efecto beneficioso de heterosis. La capacidad de combinación específica debe probarse en cada uno de los casos. Otra dificultad en los cruzamientos surge del desarrollo de características negativas en muchos casos. La híbridas extraordinariamente vigorosas y robustas (melífera x Cárnica) son muy agresivas; las cruzas de Caucásica x Cárnica son las mejores en lo que se refiere a producción, desarrollo y comportamiento, pero durante los inviernos fríos son muy susceptibles al Nosema. A pesar de todo esto, es evidente que los cruzamientos bien planificados jurarán un rol extraordinario en la apicultura del futuro.La realización de cruzamientos entre diferentes líneas (ecotipo9s) de la misma raza pueden significar rendimientos considerablemente más altos que los testigos puros. Nosotros hemos realizado una serie de experiencias durante varios años con cruzas entre Carniolas seleccionadas de Austria y de Yugoslavia. La diferencia frente a Carniolas no cruzadas era de 67% en un caso y 39% en otro.