Título: Cuchillo de palo (Refranes, canciones y rastros de sangre #2)
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Suma de letras
Género: novela negra, policíaca, thriller
Páginas: 512
Publicación: Octubre 2016
ISBN: 9788491290544
Llevaba meses queriendo hacerle hueco a lo nuevo (hasta hace veinte días, ya que la tercera parte de esta trilogía salió a la venta hace unas semanas) de César Pérez Gellida pero con esta vida que estoy llevando en los últimos meses no había manera de conseguirlo. La semana pasada me puse seria y, aprovechando la Yincana Criminal, me dije: "ahora o nunca" y por fin he conseguido leerla. Lo peor: que no me ha durado nada. Me he metido tan dentro en la historia que la he leído en un par de días. Lo mejor: que no solo volvemos a encontrarnos con personajes a los que conocemos de sobra (e, incluso, hemos llegado a tener afecto, después de tantas aventuras corridas con ellos) sino que descubrimos una cara oculta y un giro sorprendente que me han encantado hallar en esta novela.
Tras ser apartado del Cuerpo, Sancho ha resuelto dedicarse al suyo entregándose a los placeres de la carne en el lugar más apartado de sí mismo que ha logrado encontrar. Pero no hay rincón donde esconderse cuando es la desventura quien persigue. Paralelamente, Erika, Ólafur y su nuevo compañero, el arcángel redimido, Uriel, emprenden la obstinada persecución de los miembros de la infame organización criminal conocida como la Congregación de los Hombres Puros. Su objetivo no es otro que alcanzar la cúspide, pero la escalada les deparará una serie de riesgos que ni siquiera han sido capaces de evaluar. En esta nueva entrega, Pérez Gellida nos arrastra en un vertiginoso descenso a los infiernos para mostrarnos las grietas y aristas que dibujan la cara oculta del ser humano. Cuchillo de palo se revela como la novela más retorcida y sensorial del género Gellida. Narrativa audiovisual llevada al extremo.
El giro es tan sorprendente que hasta casi la mitad de la obra pensé que no iba a poder incluirlas en la categoría de novela protagonizada por un detective que pedía la Yincana Criminal para esta semana. Y es que, en esta entrega, conocemos a un Ramiro Sancho que ha sido apartado de sus funciones policiales y que ha emprendido un camino directo a la autodestrucción, camino que pasa por el alcohol, las drogas y la adicción al sexo.
He de confesar que esta nueva dimensión de Sancho me ha tenido loca durante toda la novela. ¿Cómo puede pasarse de un extremo a otro? ¿Será posible que alguien que ha pasado su vida defendiendo al mundo de los malos se cambie de lado sin mayores remordimientos? Lo de los remordimientos... dejémoslo a un lado, porque ciertamente creo que en el comienzo del libro Sancho está tan desquiciado y con la conciencia tan anestesiada por todas sus adicciones que no creo que tuviera muchos. Pero he de decir que, por muchas preguntas que me he hecho al respecto y por mucho que mi cabeza decía "no puede ser, no puede caer tan bajo, no puede pasarse al otro lado"... César Pérez Gellida consigue que sea creíble.
¿Y cómo lo consigue? Primero, con una ambientación fabulosa y con una configuración del personaje completamente opuesta a lo que habíamos visto hasta el momento (sobre todo, opuesto en lo que a moralidad se refiere, no a la propia forma de ser de Sancho, que tampoco dista mucho -aunque algo así, obviamente- de lo que sabíamos de él). Sancho resulta terriblemente creíble en el entorno en el que le sitúa el autor en esta novela.
Y la segunda forma en que consigue que esa transformación sea verosímil (y la más poderosa, creo yo) es la propia evolución del personaje. A ver, te sorprende que llegue hasta dónde está aquí pero... ¿y quién estaría libre de no hacerlo cuando ha sufrido todo lo que Sancho ha sufrido hasta ahora? Todo está tan bien justificado y esa evolución está tan lograda que te lo crees, que no te lo cuestionas (aunque sí puedas preguntarte, como me ha pasado a mí). Te lo crees (aunque no des crédito) y por eso duele tanto verle así. Tanto, que me he sentido muy (pero que muy) identificada con Peteira y he compartido buena parte de su indignación, su frustración y sus sentimientos.
Sancho centra la mirada de esta novela durante buena parte de sus páginas y la trama que protagoniza es capaz de ponerte los pelos de punta con los personajes que nos presenta y, sobre todo, su catadura moral, pero hay otra trama que es la que da unidad a la trilogía y que también tiene su continuidad en esta novela: la que tiene que ver con la (espeluznante) Congregación de los Hombres Puros. Esta segunda trama es terrible y estoy deseando continuar la trilogía para ver qué pasa con ella.
Más allá de la intriga, del frenético ritmo, del interés de la trama, de los personajes y de las preguntas que el lector se pueda ir haciendo a lo largo de la lectura, he de decir que de esta novela me quedo con el juego que nos propone Gellida, con el giro sorprendente y con cómo está desarrollado. Me ha llamado mucho la atención la nota al lector que aparece integrada en la novela. En un principio (sinceramente) no me gustó. Me pareció una incursión de la voz del autor en el desarrollo de la trama que me rompió la continuidad narrativa de la obra. Había pillado el juego, había entrado en él y no creía necesaria la advertencia. Pero luego empecé a pensar en ella desde la perspectiva rupturista que el autor nos ha propuesto siempre en sus obras, ese saltarse las convenciones literaria, ese ir a su bola, ese utilizar el tono que mejor se adapta a sus libros sin pensar en si es políticamente correcto o incorrecto. Y al pensarlo desde esa perspectiva le vi sentido. Es más, lo tomé como un juego más, como uno de sus cameos, como un guió al Hitchcock que se paseaba por sus propias películas.
Así que cuando crees que ya le conoces y que le has cogido la medida tanto al autor como a su obra, Pérez Gellida vuelve a romperte los esquemas... y encima lo hace de maravilla. Tanto que no puedo esperar más para ponerme con A grandes males. Solo que... a ver si me dura algo más que este.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 17/100
- Reto 25 españoles: 9/25
- Reto Sabuesos: 2