Cuchulainn y las antiguas gestas celtas.

Por Detectivesdelahistoria

Hablando de gestas y antiguas leyendas celtas ya hemos hablado de Arturo, Merlín y Perceval, también de Beowulf y otros personajes míticos. Pero quedan aún algunas historias más antiguas que la saga artúrica, que recibió la influencia de estas leyendas. Una de estas gestas es la Cuchulainn, héroe irlandés.

  1. Nacimiento y juventud del héroe.

Uno de los rasgos de los héroes que participan en las grandes gestas se da ya en su nacimiento. Estos personajes suelen ser hijos de dioses o estar emparentados con reyes, lo cual les dota de poderes sobrehumanos. Este es el caso de Beowulf, de Hércules, de Guilgamesh, e incluso de Roldan o Pelayo- estos últimos no tienen un origen divino, pero sí se les considera parientes de reyes. Su parentesco real o divino les distingue desde el principio de los demás hombres. Sin embargo, no les salva de la muerte. Las gestas y leyendas suelen acabar con la muerte del héroe, marcando su humanidad.

Cuchulainn también tiene un nacimiento extraordinario, que se encuentra recogido en un poema del siglo xii, aunque la historia se considera anterior. El poema narra la historia de los caballeros de la Rama Roja, precursores de los caballeros de la Tabla Redonda. El guerrero Crunn llegó a la capital del reino para asistir a una carrera de caballos presidida por el propio rey, Conchobor. Entre los corceles hay una pareja que llama la atención de todos. Sin embargo, Crunn afirma que su esposa embarazada puede vencer a estos animales en una carrera. El rey manda llamar a la mujer para ver si es cierto. La esposa del guerrero se prepara para la competición y resulta ganadora. Pero justo al terminar se pone de parto. Da a luz a dos gemelos, uno de ellos será Cuchulainn, el futuro héroe.

Hay otras versiones del nacimiento del guerrero. En algunas partes se le llama hijo de los dioses. Su fama como guerrero le llevo a combatir al lado de éstos y de ellos recibió unas armas invencibles. Ya siendo joven demuestra su fuerza luchando contra un perro terrorífico al que nadie podía vencer. El dueño del animal era un herrero llamado Culann. De ahí que al matar al perro le dieran el nombre de Cuchulainn. De esta forma ira acumulando hazañas en el reino de Ulster.

  1. Cuchulainn y los dioses.

Como puede verse el nacimiento y la juventud de Cuchulainn son los propios de un héroe. También es muestra de ello su relación con los dioses. Una de las deidades con las que se encuentra es Maeve, reina de las hadas.

En la literatura celta las hadas no son como han llegado a nuestros días, cuya imagen encarna la Campanilla de Disney. Las hadas pertenecen, como los duendes o los elfos, al mundo invisible. Se les considera una raza intermedia entre los hombres y los angeles. Los irlandeses las llaman “Feadh-Ree” o “Sidhe”, que significa raza espiritual. Habitan una isla llamada “Tir-nan-ogue”, la tierra de la perpetua juventud. Tienen fama de poseer una gran belleza con largos cabellos rubios y cuerpos rodeados de luz. Serían semejantes a los elfos de los libros de Tolkien, que era gran conocedor de estas leyendas.

Cuchulainn se topa un día cazando con un magnifico ciervo en el bosque. Lo persigue hasta que para su sorpresa se convierte en una mujer de gran beldad. Dicha mujer resulta ser Maeve, que se convierte en amante del héroe. A pesar de ello, Maeve pasado los años tomará parte en la derrota del héroe.

Cuchulainn también obtendrá el amor de la diosa Fandde por ayudar en una importante batalla a los dioses. Estos le recompensan con el amor de Fandde y las ramas que caracterizaran al héroe. Pero la mujer humana de Cuchulainn, Emer, le reprocha que le haya abandonado por la diosa. El héroe se arrepiente y regresa la tierra con ella.

  1. La Batalla de Cooley.

La leyenda más importante de Cuchulainn es la que concierne a la batalla de Cooley, en la que se enfrenta con la magia de su antigua amante, Maeve. Ésta se ha casado con el rey de Connacht, Aillil. La reina de las hadas se siente humillada por Aillil que ha aportado un magnifico toro blanco al matrimonio. El toro era un símbolo de virilidad y fuerza en la antigüedad, sobre todo en las zonas del Mediterráneo. Las corridas y fiestas con estos animales son un reducto de ello.

Maeve, sabiendo que el rey de Ulster tiene otro toro aún mejor, se lo pide. Pero Conchobar no está dispuesto a deshacerse del animal y se niega a dárselo. Esto atrae la ira de la reina de las hadas que roba el toro y declara la guerra al Ulster. Conchobar cuenta que muchos guerreros y entre ellos está Cuchulainn, hijo de los dioses y portador de las legendarias armas. Pero Maeve cuenta con Ferdiad, cuya fama rivaliza con la Cuchulainn. Además ambos eran amigos desde la infancia, ya que fueron criados por la misma ama de cría. Es por las artes de Maeve que los dos amigos se enfrentan haciendo que Ferdiad olvidé su amistad.

En un primer momento la reina de la magia inmoviliza al ejército de Conchobar. No obstante, el hechizo no dura mucho, ya que Cuchulainn lo rompe con sus propios poderes. Pero la lucha le lleva al final a enfrentarse con su amigo, al que había tratado de eludir por el amor que le tenía. La lid entre ellos dura varios días, ya que ninguno desea realmente la muerte del otro. Sin embargo, al final Cuchulainn le asienta un golpe mortal a Ferdiad y éste cae muerte. Al ver a su amigo ensangrentado el héroe se arrodilla ante él y llora por el trágico desenlace. La amistad de estos dos héroes recuerda a la Gilgamesh y Enkidu, que termina también con la muerte del segundo.

  1. El duelo en la bahía de Baile.

Los problemas de Cuchulainn con las mujeres no sólo le enfrentan a Maeve, también le conducen a matar a su propio hijo. El héroe tuvo un hijo desconocido con Aoife, reina de Escocia y una gran guerrera. Aoife no ha perdonado la derrota que sufrió a manos de Cuchulainn. De ahí que haya alimento el odio y planeado la venganza. La madre ha adiestrado a su hijo para este propósito sin revelarle jamás el nombre de su padre.

Cuchulainn rehúsa en un principio el combate porque no tiene nada contra el joven guerrero y no entiende los motivos de éste. Sin embargo, el rey Conchobar le insta para que cumpla su juramento con él y luche contra el joven ha atacado sus tierras. A pesar de ello Cuchulainn intenta eludir el duelo, pero los reyes de Irlanda ofendidos se preparan para aceptar ellos el desafío. Ante esto el héroe saldrá a enfrentarse con el enemigo, ya que considera que el duelo no puede ser aceptado por otro.

La lucha entre padre e hijo se decanta a favor de Cuchulainn por sus armas y su mayor experiencia en combate. Pero un ciego, que es el narrador del poema, le descubre quien era el joven guerrero con el que se ha enfrentado. Ante esto Cuchulainn temblando sale al exterior hasta la playa donde los reyes rodeando el cuerpo del guerrero escoces. Se oye decir al ciego “Ha matado a su propio hijo”. Todos huyen temiendo que el héroe pierda la cabeza. Pero Cuchulainn se adentra en el mar dispuesto a luchar contra el porpio mar, enemigo mucho más poderoso que cualquier ejército. Hay que tener en cuenta que para los celtas irlandeses el mar era considerado el destructor de los hombres. El mar es símbolo de la muerte o del caos primordial en muchas culturas.

  1. El final del héroe.

Al final el héroe sucumbe por la magia de Maeve. Cuchulainn ha vencido en combate al guerrero Calathin y sus veintisiete hijos. Pero la reina de las hadas socorre a los tres hijos póstumos de Calathin y les inculca su magia. De esta forma pueden vencer al héroe y a sus maravillosas armas. Emer la mujer de Cuchulainn se arroja sobre el cadáver de su esposo y ahí muere de pena.

La figura de este héroe y de los personajes que le rodean parece estar basados en la realidad. El rey Conchobor vivió a finales del s I. a. C. y su rival fue la reina Maeve de Connaught. La leyenda se asienta en la enemistad de estos dos soberados y da lugar a las leyendas de los guerreros de la Rama Roja.

Bibliografía.

González Ruiz, David, (2010), Breve historia de las leyendas medievales, Madrid, ed. Nowtilus.

Sainero, Ramón, (1993), Sagas Celtas primitivas, Madrid, ed Akal.

Sainero, Ramón, (1985), Leyendas celtas en la literatura irlandesa, Madrid, ed. Akal.