En las finanzas matrimoniales una de las preguntas que comúnmente surge es la de tener o no una cuenta mancomunada. Ya que existen una serie de paradigmas e ideas preconcebidas que cuestionan sobre si es una buena o mala idea tenerlas.
En ese sentido nos interesa tratar el tema de este tipo de acciones en los matrimonios, presentando las ventajas y desventajas de llevarlo a cabo en las parejas.
Una cuenta mancomunada es aquella que agrupa a varios titulares en igualdad de condiciones para acceder a los recursos que posee. Es decir, es cuando dos o más personas son coparticipes de la responsabilidad y monto de dinero que acumula una cuenta bancaria determinada.
Por lo general son utilizadas por familiares, matrimonios, padres e hijos, etc. Aunque no está limitada al vínculo filial, sino que abarca a dos o más personas que concuerden en tener una cuenta bancaria en común.
Esa misma circunstancia de multi-titularidad hace que la entidad financiera condicione el acceso que se tengan a los recursos allí depositados. Esta funciona con dos condicionantes primarias: "Y" o "Y/O". Las cuales se utilizan para determinar cómo acceder a los recursos que se han acumulado.
En el caso de la "Y" significa que para retirar dinero todos los que son titulares de la cuenta deben acordar dicho retiro y confirmarlo con la firma. Es decir, no es posible hacer un retiro con una sola de las firmas. Mientras que la condicionante "Y/O", de manera indistinta, pueden extraer dinero de la cuenta.
Tomando lo anterior como punto de referencia, cuando tengo que tratar a parejas casadas en su proceso de reestructuración financiera, luego de intercambiar algunas ideas con ellos, llega la pregunta de si conviene o no tener una cuenta de ahorros mancomunada.
En ese sentido, el tema de la mancomunación para los matrimonios se resume a qué mueve a la pareja a tenerla o no tenerla. Es decir ¿Por qué sí o por qué no? Responder a esta pregunta es la clave en todo esto de si es o no una buena idea.
Porque si no existe esta especificación entonces tenerla o no tenerla es completamente irrelevante, ya que al final del día no se está aportando valor a la gestión financiera matrimonial. Y la intención de la cuenta mancomunada es, en cierta medida, ser un medio o hasta un símbolo práctico de unificación de criterio financiero en la pareja.
Por lo que, a groso modo y de manera puntual, tener una cuenta mancomunada puede representar un mayor beneficio que perjuicio.
No obstante, vamos a listar las ventajas y desventajas que pudieran presentarse en tener una cuenta de este tipo:
Ventajas
- Organización
- Unificación de criterio financiero en la pareja
- Claridad en el manejo financiero de la pareja
- Confianza
Desventaja
Para ser honesto no logro identificar desventajas relevantes, aunque todo dependerá del tipo de la condicionante que se utilice. Si se crea con la condición "Y" entonces la desventaja sería que para todo se requeriría de la presencia de ambos. Pero más allá de esto, no vemos desventaja alguna.
A menos que existan agendas financieras ocultas por parte de alguno de los cónyuges las cuales impidan que haya claridad en el manejo de estos recursos, creando así desasosiego en cuanto a lo que realmente está sucediendo con el dinero acumulado. Si esta es la situación entonces, probablemente sea necesario buscar la asistencia de profesionales de la psicología que den respuesta a asuntos más profundos en la relación matrimonial. Porque una cuenta mancomunada, bajo estas condiciones, puede ser más un problema que otra cosa.
Para dar inicio a una cuenta mancomunada en la pareja es necesario que tanto el hombre como la mujer se pongan de acuerdo en la razón de ser de la cuenta. Es decir, definir para qué se está creando y cuál será el destino de este dinero que se va a acumular.
Luego de definir la razón de ser, es importante establecer los tiempos de depósitos y retiros de dicha cuenta. De manera que exista un ritmo definido a la hora de tomar cualquier tipo de acción en relación al dinero que han logrado acumular.
El siguiente paso es elegir la entidad financiera. En ese tema la sugerencia es abrir dicha cuenta en una cooperativa por la naturaleza de la misma; ya que por lo general estas cuentas son creadas para el largo plazo, y estas entidades suelen brindar una tasa de interés mayor que los bancos comerciales o las asociaciones de ahorros y préstamos. Además de que al entrar en el mundo de las mutuales también se es accionista, lo que representa un otro beneficio que tendrá su efecto, de igual manera, en el largo plazo.
Tener una cuenta mancomunada, si se lleva a cabo con un criterio de unificación en el matrimonio y como una canal que hace más eficiente la gestión económica de la pareja, entonces es una buena idea. Porque da pie a la organización como a la claridad y transparencia dentro de toda la estructura financiera de ambos.
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