La temporada 17 de Cuéntame cómo pasó continúa viento en popa la noche de los jueves en TVE. Después de la participación de Merche y Antonio en el mítico Un, dos, tres... responda otra vez, programa de Chicho Ibáñez Serrador, la familia Alcántara prosigue con sus vidas, cada uno con su propia batalla personal. No obstante, el principal quebradero de cabeza es la bodega del pueblo, Antonio está decidido y quiere comprarla, aunque eso suponga estar enfadado con sus hijos. Al mismo tiempo, la vida de Toni parece peligrar por su implicación en el caso de Bretón, ¿hasta dónde será capaz de llegar?
En concreto, en el cuarto capítulo de la temporada veremos cómo Carlos sigue su viaje, ese en el que pretende reecontrarse consigo mismo, conociendo distintos paisajes y a nuevas personas. Por su parte, Toni comienza a mover ficha y realizará una visita a un viejo amigo. En el quinto capítulo la verdad saldrá a la luz y la marcha de uno de los personajes más querido de la serie marcará un antes y un después. S
i quieres conocer más en profundidad lo acontecido en los capítulos 295 y 296, sigue leyendo pero ¡¡alerta spoilers!!Capítulo 295 "El último ferry"Gracias a lo obtenido en el concurso y a la ayuda de sus hijos y de su hermano Miguel, por fin Antonio ha conseguido el dinero necesario para comprar la bodega. Sin embargo, aunque eso parecía lo más complicado, ahora falta la implicación de toda la familia en el negocio, cosa que parece imposible porque ninguno de sus tres hijos quiere participar. Además, no son los únicos, Merche le ha dejado bien claro que si no están todos, ella tampoco quiere saber nada de viñedos y vinos.
Por su parte, tras recibir la lista con los nombres de los próximos objetivos del GAL, Toni decide viajar hasta el País Vasco para p
ara encontrarse con Mario Beítia, su amigo de la mili y avisarle de que su nombre figura en el papel. Al llegar con un coche con matrícula de la capital Toni es recibido con malas miradas, incluidas las de su propio amigo. Aunque ambos intenta mantener una conversación cordial, la tensión entre ambos es más que evidente, sobre todo cuando Toni se entera del asesinato del general Quintana Lacaci.Viendo que Mario tiene una familia, Toni se plantea la idea de si a su amigo le compensa jugarse la vida de esa forma, a lo que Mario se defiende y argumenta que ahora Toni también está metido en el ajo y si no se anda con cuidado, su vida correrá peligro. Con el temor en el cuerpo y sabiendo que se ha arriesgado demasiado, el primogénito de los Alcántara regresa a Madrid con la sensación, por lo menos, de haber ayudado al que un día fue un gran amigo.
Mientras tanto, tras su paso por los campos andaluces, Carlos llega hasta Tarifa con el objetivo de coger un ferry. En ese lugar conoce a una joven (interpretada por Elena Furiase) que huye de su marido y que, rápidamente, se gana la complicidad de Carlos. Después de pasar una agradable noche juntos, Carlos no tiene más remedio que despedirse de su nueva amiga.
Al final, cuando iba a subirse al ferry, Carlos se encuentra con un viejo amigo, con Luís, que no se ha recuperado de su adicción a las drogas, por lo que Carlos decide ayudarle y llevarle hasta Sagrillas, donde hará lo imposible para que su amigo de la infancia vuelva a ser el que era.La vida en Madrid continúa para el resto de los vecinos del barrio. Karina por fin ha recibido el alta del hospital pero las secuelas tras el incidente en la discoteca son evidentes. A pesar de su debilidad y temores, sobre todo el pánico a las aglomeraciones, los Rosa Chillón le convencen para participar en un concierto en el Palacio de los deportes, donde Karina dedica una emotiva canción a las víctimas del incendio.
Con la emoción típica de la edad y aceptando la invitación de Rosa Chillón para entrar por la zona de artistas,
María logra convencer a sus padres para que le acompañen al concierto donde van a actuar sus amigos y los grupos de moda. Con el objetivo de conocer al alcalde de Madrid, Tierno Galván, Antonio acude con un par de botellas de vino de la bodega, aunque su gozo termina en un pozo cuando no tiene más remedio que entregarle la mercancía a los guardaespaldas del alcalde.Es el aniversario de bodas de Merche y Antonio y, aunque el patriarca de la familia ha necesitado una pequeña ayuda para recordarlo, ambos celebran el día con una comida familiar. Sin embargo, la velada no termina del todo bien ya que los asuntos personales mantienen a cada uno con la mente en otro lugar. Además, Merche no termina de recuperarse a pesar de notar cierta mejoría gracias al psicólogo al que acude a escondidas. Precisamente, una conversación con él le hará abrir los ojos y darse cuenta de que en esta vida tiene que atreverse más, actuar y decir las cosas como las sienta.
Tras su reencuentro, Miguel y Olmedilla intentan recuperar el tiempo perdido y volver a afianzar esa amistad que iniciaron en Francia. Aprovechando esa confianza, Olmedilla le confiesa a Miguel que es homosexual. Aunque ya había sido advertido, Miguel no termina de creer que sea cierto pero, por si las moscas, empieza a alejarse de Olmedilla. Al notar que su amigo le rehuye, Olmedilla decide conversar con él y aclararle que, aunque le gusten los hombres, a él sólo lo ve como un amigo, ese con el que tanto disfruta yendo al campo de fútbol a ver jugar al Atlético de Madrid.
Para recompensar a su esposa, de camino a Sagrillas para firmar el acuerdo de la compra de las bodegas, Antonio invita a Merche a comer en uno de los restaurantes más lujosos. Por desgracia, Mauro aparece en el mismo lugar y acompañado de varios políticos de renombre. Aunque intentan evitarse en todo momento, Mauro se acerca al matrimonio para realizarles una oferta: 5 millones de pesetas y se olvidan de la bodega. Obviamente Antonio no accede a chantajes y así se lo explica a Mauro, que les amenaza con arruinarles la bodega si no aceptan. Cabreado por las palabras de su ya gran enemigo, Antonio intenta desquitarse destrozando el coche de Mauro, aunque la situación termina siendo un tanto bochornosa, sobre todo cuando se equivoca de vehículo.
En calidad de periodista, Toni acude al funeral del teniente Guillermo Quintana Lacaci, asesinad por ETA y donde se encuentra con Bretón, que aprovecha para presionar a Toni para que publique la información. Desde la redacción, Toni intenta que su jefe le ayude y saque a la luz los documentos, pero es un riesgo demasiado elevado y lo único que van a hacer es traer problemas a todos. Además, haciendo caso omiso, Toni opta por guardar los papeles entregados por Bretón en su despacho de la agencia.
Después de despedir a Santi, que regresa a Londres con su madre y del atentado en la agencia, Toni no tiene más remedio que contarle toda la historia a su familia. Reunidos en Sagrillas, finalmente deciden que lo mejor es comprar las bodegas y que Toni se marche con su hijo para poner tierra de por medio y asegurarse de que ningún Alcántara corra peligro. La decisión es difícil pero saben que la única solución es decirle "hasta pronto" a Toni, un personaje magistralmente interpretado por Pablo Rivero durante más de una década y que ha marcado un antes y después en la vida de la serie y de sus telespectadores.