Cuéntame tus Sueños

Publicado el 23 mayo 2015 por Pilarblascomartinez


Cuaderno
Todavía no existe mucho interés por saber sobre nuestros sueños y querer conocer lo que nos están comunicando. Ello no signfica que este desinterés provenga de una consciencia real e intencionada. Nuestra psiquis desea, al igual que nuestro yo egoico y manifiesto, visibilizarse y reclamar su propia autoría. Es nuestra ignorancia, legado de una educación de mentes, reprimiendo sentimientos y emociones, la que niega la gran riqueza y sabiduría contenida en nuestra psiquis. Todas las noches accedemos a ella por medio de nuestro inconsciente. Nuestra propia naturaleza como seres humanos nos ha legado esta riqueza sensitiva y emocional, herramientas imprescindibles para, por medio de ellas, acceder a los planos subconscientes, y también superiores y transpersonales, llamado supraconsciente. Cuando trabajamos con esa otra parte de nuestra mente, por medio del mundo onírico, nos habrimos hacia un mundo desconocido y a la fuente suprema y creadora de todo lo que existe. Todos los días soñamos, desperdiciando esa riqueza y llamada a lo superior. Antes de iniciar este mágico traspaso de lo personal a lo transpersonal, de ese ser que vive una vida ordinaria e inconsciente a una vida extraordinaria y consciente, hemos de barrer las sombras que ocultan nuestra verdadera identidad. Como seres humanos que somos, sentimos, sufrimos y almacenamos información inconscientemente sobre todo nuestro pasado que ha ido dejando huella en nuestro recuerdo. Todavía ésta presente y acechante en nuestra realidad, como una sombra que nos persigue en nuestro mundo onírico pero también en las experiencias de vigilia. Ignorar nuestros sueños no hará que desaparezcan. Nuestra psiquis tiene vida propia, acallarla solo nos proporciona dolor y tristeza y la negación a la expresión de nuestro ser completo. 
Antes de obtener el reencuentro amigable con nuestro ser profundo y superior, todavía dormido y oculto bajo la alfombra de las emociones adversas y permaneciendo sujeto a un letargo interminable, debemos afrontar la naturaleza de nuestras emociones, neutralizando su negatividad. Mientras, aprenderemos el lenguaje necesario y simbólico para crear un vínculo y entendimiento con nuestra fuente superior. 
Todos tenemos el derecho de curarnos de nuestras heridas pasadas que ahogan nuestro presente y fustran nuestro futuro, encontrando el tesoro guardado que nos impulsa a vivir una existencia extraordinaria conectada a nuestra fuente creadora y de Luz. Los sueños son una forma de hacerlo, puesto que en ellos se desvelan cuáles son la raiz de nuestras preocupaciones y sufrimiento, y el modo en que podemos transformarlo. Tómate tu tiempo al escribirlos. Relátame todo lo que veas, sientas o intuyas, tal como se muestra en tu mente, en tu recuerdo, en tu sentir, sin interpretaciones y detalladamente, aquello que ves y aquello que crees puedes llegar a ver si te adentras un poco más en esos detalles. Anota aquello que se mantiene en las sombras y captas intuitivamente, pues es ahí donde reside su gran valor, en aquello que no se dice pero se intuye, se siente y percibe. Cuando lleves mucho tiempo ejercitándote en esta comunicación consciente, aparecerá en ti una nueva dimensión y percepción de la realidad y tus capacidades psíquicas despertarán del letargo. Tu sensitividad, intuición, empatía y conexión transpersonal, volverán a ti y con ello una nueva versión de la vida y tus experiencias.


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