Estaba en lo alto de aquella loma,
el viento silbaba,
la vida se deslizaba como agua,
se alejaba como hoja...
Y allá en lo alto de mis pensamientos
que silbaban como viento,y como corriente de arroyuelo
cuando se aleja entre las sombras,
pensé cómo es vivir y en cómo
amé y perdí grandes imperios,
que más tarde encontré
en tus ojos cerrados al viento
y en los míos fijos al sol.
Supe pues desde mi atalaya cómo
ni la inocencia perdida,ni la recién nacida ilusión
saber podrán caminar el sendero
de vuelta a mi corazón.
Nublóse entonces el día,
acercóse pues la tormentapausada del frío que hiela los huesos,
y despertáronse tus ojos de la dulce cuna del viento,
cerrando los míos de la hipnótica ceguera del amor.
¿Quién eres tú?
¿Quién podré ser yosin el espiral canto del albor;
y qué podrá ser de la sombra
sin que la proyecte el sol?.
Y la vida no es más que un instante
de magia que dura hasta que dura el dolor;un beso al aire y sin reflejo el abrazo,
o la honda vuelta eterna a la luminosa cuna del yo;
que ni inocencia perdida,
que ni recién nacida ilusión
saben caminar el sendero
de vuelta al corazón.
Y se elevaba en ese instante desde las profundas entrañas del horizonte violeta el amarillo recién nacido del sol, el cielo se teñía de naranjas y azules, y tus alas se abrieron al viento en un desperezo de hambre y candor.
Viniste de nuevo a mi,
y en nuestro nido de terciopeloamasaste insistente y bello
mi caprichoso cuento de amor.