A LOS VENEZOLANOS NOS DOMINAN MÁS POR LA IGNORANCIA, QUE POR LA FUERZA ARMADA
El legado de Chávez y el desastre de Maduro, son tan paupérrimos material y espiritualmente hablando que, por primera vez en la historia del país los venezolanos que aspiran futuro, están emigrando a cualquier parte del exterior.
Se han reactivado enfermedades que se creían superadas como el paludismo y la disentería, la escasez de jabón nos ha llevado a la edad media, trayendo sarna y piojos.
La mortalidad infantil avanza cada semana, se reduce la tasa de longevidad pues los viejos mueren más rápido sin medicinas. Tenemos la inflación más alta y los salarios más bajos del mundo. Somos el país más con mayor índice de corrupción global y menor transparencia, pues el Banco Central de Venezuela no proporciona cifras y cuando las entrega, primero las maquilla.
Somos el país con mayor peligrosidad del planeta, los barrios de El Salvador, Milán, Tijuana, Soweto y las favelas de Rio de Janeiro, pasaron a ser campos de picnic frente a los barrios de Venezuela. Y la educación… Ay, la educación se ha degradado a un concurso de consignas políticas.
Ese conjunto de calamidades supremas, se integran bajo el nefasto legado de Chávez y el chavismo. Desactivaron la producción industrial, la agricultura, y la ganadería con tal de importar todo lo que consumimos los venezolanos. Esto no se hizo para favorecer al pueblo, sino para burlar el control de las importaciones y así disimular la verdadera intención que era obtener gigantescas comisiones a partir de sobrecargar los costos.
Esa fue la actividad central del gobierno: la importación. Y su principal objetivo: sacar la mayor cantidad posible de dólares de Venezuela “dizque” para financiar y sostener la causa del socialismo internacional. Cuando en realidad estaban llenando sus arcas personales y repartiendo dólares a manos llenas entre sus amigotes comunistas, para que los defendieran a la hora de ser acusados de corrupción. Fue de esa manera que utilizaron las divisas. De esa forma quebraron a los productores y agricultores opuestos a su improductivo modelo.
En eso se gastaron todo el ingreso petrolero de diecisiete años y lo siguen haciendo. Pero, la bonanza petrolera llego a su final, porque nada es eterno y en economía mucho menos. Nuestro amado país se quedó sin divisas, sin comida, sin medicinas y sin moral.
El par de "bichitos" mencionados al principio, llevados por su ignorancia y en su condición de "recién vestidos", fueron embobados por los tahúres internacionales que querían las riquezas de Venezuela, los convencieron de que los precios del petróleo no bajarían jamás y que más bien aumentarían cada año, gracias a que ellos "dizque" controlaban la OPEP.
Con esos mojones mentales y, apoyados por una cuerda de vivianes españoles, cubanos y otras lacras nacionales jalabolas e ignorantes, planificaron la isla de la fantasía. Pero, la realidad es dura y no cree en cuentos. Sólo los pendejos los creen. Pero, las consecuencias las pagamos todos con hambre, enfermedad, inmoralidad y muerte. El legado de Chávez es un cuento chino.
Para la segunda mitad de 2017, la inflación se va a triplicar con la Mega devaluación que van a implementar después de aumentar el salario dos veces. Sin embargo, no habrá cebolla, ni cebollin, ni papas, entre otros vegetales, simplemente porque no hay semillas para sembrar y porque pusieron a un piloto militar junto a unos gritadores de consignas a dirigir la agricultura. El apocalipsis se acerca.
Alonso José Camacaro.facebook = Alonso Jose Camacaro
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