Y no te falta razón, muchos de ellos solo existen en los dominios de la imaginación más desenfrenada, pero hay otros que puedes ver con tus propios ojos. Te presentamos una selección de lugares que evocan cuentos legendarios desde el mismo momento en que pones el pie en ellos...
Finn McCumhaill (McCool) es el protagonista de un buen número de aventuras; fue engañado por una bruja en Slieve Gullion, en Armagh, su esposa fue convertida en un ciervo y adquirió todo el intelecto del mundo al probar el Salmón del Conocimiento en el río Boyne en el Condado de Meath. La leyenda también cuenta que a Finn debemos agradecer la Calzada de los Gigantes de la costa de Antrim. La historia (bueno, una de ellas, porque existe un sinfín de variaciones) cuenta que Finn abrió la pared del precipicio y lanzó pedazos de ella al mar para poder ir caminando hasta Escocia y retar a un gigante que había cuestionado su condición de guerrero.
Cuando llegó a la hermosa Escocia y vio el enorme tamaño de su adversario, ¡corrió hasta casa de su esposa con el rabo entre las piernas! La inteligente Sadhb decidió disfrazar a Finn de bebé, lo envolvió en una manta y lo metió en una cuna improvisada.
El viejo Bernadonner lanzó su furibundo ataque por el agua para derrotar a Finn, pero fue reprendido por Sadhb por despertar al niño. Al asomarse a ver al bebé, Bernadonner se batió en retirada a Escocia, desprendiendo el resto de las piedras y dejando solo la Calzada para que la disfrutáramos.
Fuente:
- "Irlanda mítica - Cuentos de leyenda".