Este año lo he empezado con una novela más ligerita después de leer Alianzas (reseña) que, por mucho que me gustara, es un tocho de 600 páginas. Necesitaba una historia más breve y de temática diferente y este libro ha sido un gran acierto.
Ficha bibliográfica
Título original: Tales of Terror from the Tunnel's Mouth.Autor/a: Chris Priestley.Nacionalidad: Inglesa.Editorial: SM.Idioma original: Inglés.Fecha de publicación: 14 de octubre de 2014
Saga: Tales of TerrorPáginas: 280.Presentación: Cartoné.ISBN: 9788467574142
Orden de lectura: 1º Cuentos de terror de los objetos malditos // 2º Cuentos de terror del barco negro // 3º Cuentos de terror desde la boca del túnel // 4º ¿?
Descarga el primer capítulo aquí.
Autor
Sinopsis
Este es el primer viaje en tren que Robert Harper hace solo. Pero no será un viaje tranquilo: el convoy se detiene junto a la boca del túnel y, para pasar el rato, una compañera de vagón se dedica a contarle historias. Sin embargo, no son la clase de historias que suelen contárseles a los niños. Robert no tarda en quedar fascinado por los macabros relatos de las misteriosa mujer.
Para el joven será realmente aterrador verse en un tren detenido en medio de la oscuridad, rodeado de inquietantes compañeros de viaje.
Opinión (sin spoilers)
Como ya os he dicho antes, empecé este libro con muchas ganas aunque con un poco de recelo por eso de ser de miedo pero parece que con el año nuevo me he endurecido y he podido leerlo hasta por la noche (aunque al final del libro tuve que abrir la puerta de mi habitación xD En fin...). De todas formas, no es un libro que me haya dado miedo sino más bien un poco de yuyu.
Antes de seguir con la reseña, me gustaría aclarar que este es el tercer libro de una tetralogía; no obstante, no hace falta haber leído los demás porque son historias totalmente independientes. Sin ir más lejos, yo misma desconocía que el libro formara parte de una saga y me lo leí sin problemas, así que no os preocupéis.
Sin darse cuenta, se queda dormido un instante y, al abrir los ojos, advierte que el tren se ha detenido frente a la boca de un túnel y una extraña mujer (a la que llamará la Dama de Blanco) está sentada frente a él. A su nueva compañera de vagón se le ocurre que sería una gran idea contarle una historia para entretenerse hasta que se reanude el viaje... Lo que Robert no imagina es que los cuentos de la Dama de Blanco conseguirán aterrarlo hasta el punto de arrebatarle las fuerzas.
Cuando el cuento llegó a su fin, contuve un jadeo involuntario. [...] Por alguna extraña razón, el efecto me dejó completamente débil. Me sentía exhausto. Era como si haber oído la historia hubiese supuesto un esfuerzo físico y no mental. La cabeza me daba vueltas y el cuerpo se me había quedado sin fuelle. Sí, era como si, en lugar de haber estado figurándome los detalles del cuento, hubiese estado corriendo hasta el agotamiento.
El libro es muy finito pero, teniendo en cuenta que la acción se desarrolla en unas horas, me parece perfecto que el autor no alargue la historia más de lo necesario. La novela está dividida en
once capítulos donde, exceptuando el primero y el último, en todos se desarrolla un cuento y al finalizar volveremos a la historia principal con Robert y la Dama de Blanco.Es muy fácil conectar con Robert tanto por estar narrado desde su punto de vista como por su edad. Mientras leía, me era imposible no imaginarme a mí misma con ocho o diez años sola en un tren que acaba de detenerse justo delante de la boca de un túnel y con una misteriosa mujer que insiste en compartir conmigo historias que me habrían quitado el sueño durante días. Es cierto que el libro puede parecer un poco infantil porque realmente no da miedo, pero yo lo he disfrutado muchísimo por eso que os acabo de decir. También me gustó la fortaleza que muestra Robert en semejante situación porque creo que yo habría salido corriendo del vagón a la mitad del primer cuento.
Por otro lado, tenemos a la siempre educada Dama de Blanco. De este personaje no puedo deciros mucho porque es un completo misterio desde el primer momento. Aparece de la nada en el vagón, tranquila y con gesto sonriente, y jamás nos dice ni su identidad ni la hora que es. Es un personaje imperturbable, salvo al finalizar sus relatos ya que siempre disfruta de la conmoción del pobre Robert de una manera inquietante.
Sobre los cuentos, prefiero no decir de qué trata cada uno ya que, como diría la Dama de Blanco, «arruinaría el suspense».El estilo de Chris Priestley me ha gustado. Con sus descripciones hace que resulte fácil visualizar cada escena y en muchas ocasiones me habría encantado que existiera una película porque daría mucho juego tanto por las ambientaciones como por la intriga, la incertidumbre y el recelo hacia todo lo que nos rodea, especialmente por los cuentos de la Dama de Blanco.
¡Muchas gracias a la editorial por el envío del ejemplar!¿Tenéis ganas de leerlo? Los que ya lo habéis terminado, ¿que os pareció?