… o cuando trina la canaria…
En la naturaleza; cuando canta es que una profecía va a cumplirse…
No recuerdo el tiempo antes de su muerte; pero fue antes de que doña Virginia saliera de los escenarios culturales por esa puerta chiquita de los ataques y la problemática personal. Sé que había muerto un amigo común y por eso hablaban; en el taller, en la salida de luces le decían ellos que estaba antes de donde tallereabámos, de este texto propiedad de uno de los chiquillos taller; para variar. De tantas veces que los vi juntos, aprendí que Ellos, tenían una teoría (que yo uní porque nunca lo dijeron así) que ahora, conforme pasa el tiempo comprendo más y mejor: escribir es juego, decía el primero, pero aprender a hacerlo con el corazón libre y sin nudos de coyol es lo más difícil porque siempre hay uno que nos jala la cuerda para que nos jalemos un jocote, y dejemos la cosa que a ellos les estorba que hagamos, decía la segunda… En eso, coincido: el escritor tiene un mundo aparte. Lo que escribe, su forma de expresión, la forma en que incluso camina determina su condición dentro del medio, que de por si es violento y agreste, porque en ningún otro espacio es tan evidente y precisa la teoría de la selección natural… (…) existe Virginia, una visión interna de cada uno de nosotros y más dentro de los escritores. Una suerte de comunión entre lo que vivimos y podemos plantear que no es solo de sentarse a creer que lo sabe uno todo de lo que hay detrás de lo que lleva cualquiera en un atado de pensamientos… el escritor de verdad, Chico, es como este muchacho: sencillo, y así hubiese querido escribir muchas de mis cosas; ojalá se me hubiese dado y no se pierda en el camino como ha pasado con muchos otros… Los que lo conocimos sabemos que Chico Zúñiga tenía un modito de entonar la voz y decir ciertas cosas con seguridad... Llegó aquí creyéndose poeta y lo aplomaron: otro hubiese perdido interés porque habría asumido que no tenia nada nuevo que decir; yo sé desde entonces que este esta hecho para ser escritor y aguantará lo que el tiempo le haga y ese mismo tiempo me dará la razón… El tiempo ha echado efectivamente su patina sobre Cuentos Guanacasticos, y casi en el mismo mes en que ellos hablaron. El mismo en que murió Zúñiga, vuelve Santiago Porras a recordarme las últimas palabras de la Grüther:ojalá los hubiese escrito yo...Efectivamente trinó la canaria con el bello y maravilloso anuncio de que las profecías son verdad cuando despunta el alba del tiempo evolutivo de autores como este…Tosecilla, (Bien Santiago, nada más hay que pedirle al libro y ojalá