El cuento, como género literario, se define por ser una narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos. Durante los próximo meses voy a traer hasta el blog algunos de los relatos cortos más famosos de la historia de la literatura universal. Obras de autores como Philip K. Dick, Franz Kafka, Herman Melville, Guy de Maupassant, Julio Cortázar, Alberto Moravia, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Lovecraft, Jack London, Anton Chejov, y otros.
Continúo hoy la serie de Cuentos para la edad adulta con el titulado La dama del perrito, de
Antón Pávlovich Chéjov (1860-1904), médico, escritor y dramaturgo ruso. Encuadrable en la corriente "realista psicológica", Chéjov fue maestro del relato corto, siendo considerado como uno de los más importantes escritores de cuentos de la historia de la literatura. Sus relatos han sido aclamados por escritores y crítica. Compaginó su carrera literaria con la medicina llegando a decir en una de sus cartas: "La medicina es mi esposa legal; la literatura, solo mi amante". Al principio escribía simplemente por razones económicas, pero su ambición artística creció, introduciendo innovaciones que han influido en la evolución de los relatos cortos. Su originalidad consiste en el uso de la técnica del monólogo, adoptada más tarde por James Joyce y otros escritores del modernismo anglosajón, además del rechazo de la finalidad moral presente en la estructura de las obras tradicionales. No le preocupaban las dificultades que esto planteaba al lector, porque consideraba que el papel del artista es realizar preguntas, no responderlas. Para muchos críticos Chéjov posee la voz más natural de la ficción, sus cuentos parecen esparcirse sobre la página sin arte, sin ninguna intención estética detrás de ellos, y así uno ve la vida a través de sus frases. Chéjov no se hizo internacionalmente famoso hasta los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, cuando las traducciones al inglés ayudaron a popularizar sus obras, obras que se hicieron famosas en la Inglaterra de los años 1920 convirtiéndose en auténticos clásicos de la escena británica. En Estados Unidos, autores como Tennessee Williams, Raymond Carver o Arthur Miller utilizaron técnicas de Chéjov para escribir algunas de sus obras.La dama del perrito se publicó por vez primera en diciembre de 1899. Narra la relación amorosa y adúltera entre un banquero ruso y una dama a quien conoce en Yalta. Dmitri Gúrov, banquero moscovita, casado, padre de tres hijos e infeliz en su matrimonio, conoce durante unas vacaciones en Yalta a Anna Serguéyevna, que se encuentra allí de vacaciones sin su esposo, y a la que ha observado paseando con su perro junto a la costa. Tras seducirla comienza una aventura amorosa con ella. Finalmente, cada uno parte a su hogar. De regreso a su vida diaria, Gúrov espera olvidar pronto a Anna, pero se da cuenta que no puede hacerlo. Aprovechando un viaje de negocios a San Petersburgo, decide visitar el pueblo de Anna y reencontrarse con ella. Intenta ir a buscarla, pero pensando que ella ya lo habrá olvidado, desiste. Por la tarde, decide ir al teatro con la esperanza de verla, lo que así ocurre. En un momento en que el esposo de Anna se aleja para fumar un cigarro, Gúrov se acerca a ella, y Anna, aunque en un primer momento se resiste acaba por por confesarle que no ha podido olvidarle, rogándole que se marche con la promesa de que irá a visitarle a Moscú. Para hacer el viaje, Anna explica a su esposo que marcha para ver a un médico. Gúrov, por su parte, cae en la cuenta de que por primera vez en su vida se ha enamorado, y reflexiona en cómo continuar su relación con Anna. La historia termina con ambos juntos en Moscú haciendo planes para un futuro en común que reconocen incierto.
Espero que disfruten del relato. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua,
amigos. Y ¡Feliz Año Nuevo! HArendtEntrada núm. 2556elblogdeharendt@gmail.com"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)