Cuentos selectos - Aldous Huxley

Publicado el 01 septiembre 2015 por Elpajaroverde
A veces la sombra de una novela, o de un puñado de libros, ensombrece la figura de un autor. Éste sería el caso de Aldous Huxley, que desde hace décadas es aquel que escribió Un mundo feliz, y también Nueva visita a un mundo feliz, El genio y la diosa o Las puertas de percepción. No está en discusión la fama que esos títulos merecen, sino la forma en que relegaron otros textos virtuosos. Al menos en castellano.

Portada de Cuentos selectos

No acostumbro a dejaros aquí las sinopsis de los libros que reseño aunque siempre enlazo a las mismas en las webs de las editoriales. Sin embargo en esta ocasión no he podido resistirme a iniciar esta entrada con el comienzo de la sinopsis de "Cuentos selectos" de Aldous Huxley. Para qué explicaros con mis propias palabras lo que con tanta precisión y contundencia se dice en ella. Pero ya que hablamos de comienzos, vamos a retrotraernos al verdadero origen de esta reseña, al porqué y el cómo este libro llegó a mis manos.
Al igual que muchos de vosotros, especialmente los que tenéis blog, tengo por costumbre visitar las bitácoras de algunos compañeros. Así, intercambiamos opiniones, descubrimos nuevas lecturas o simplemente devolvemos las visitas que hemos recibido. Hace escasas semanas leí la reseña de Mientras Leo en su blog Entre montones de libros de una pequeña novelita titulada "El pequeño Arquímedes" de la editorial Navona (y cito la editorial porque hay algunas que son casi una garantía) y me dije: tengo que leer este libro. Así que me dio por cotillear en el catálogo de las Bibliotecas Públicas de Asturias (provincia en la que resido) por si por una casualidad alguna de ellas disponía de algún ejemplar. No hubo suerte, o más bien sí, porque hete aquí que me encuentro en su lugar con esta selección de cuentos de Aldous Huxley de Edhasa, que contiene entre los mismos el citado relato publicado por Navona, aunque traducido en esta ocasión como "El joven Arquímedes". Y si os hago partícipes de esta pequeña anécdota no es más que para comentaros que de los nueve cuentos reunidos en este volumen es este precisamente el que más me ha conmovido (Navona no falla).
"Quizá los hombres de genio son los únicos hombres verdaderos. En toda la historia de la raza sólo ha habido unos pocos miles de hombres verdaderos. Y el resto, ¿qué somos? Animales a los que se les puede enseñar. Sin la ayuda de los verdaderos hombres, no podríamos haber descubierto casi nada. Casi todas las ideas con las que estamos familiarizados nunca se les podrían haber ocurrido a mentes como las nuestras. Siembra las semillas allí y crecerán; pero nuestras mentes nunca podrían haberlas generado de manera espontánea."
Sería injusto sin embargo menospreciar el resto de relatos que nos ofrece este libro. Es difícil afrontar una reseña de un libro de cuentos. Es frecuente caer en el error de comentar un poco de cada uno, creando así un batiburrillo inconexo. En mi opinión lo mejor es buscar una conexión entre todos ellos, aunque esta no siempre sea fácil de detectar. En este caso la conexión creo que es el propio Huxley, lo cual ha sido otra grata sorpresa o casualidad, pues siempre he pensado en los relatos como en una de las mejores alternativas posibles para acercarnos al mundo interior de un escritor. Y ahora es cuando me meto yo sola en un jardín de los buenos, porque a ver cómo hago para explicaros al Aldous Huxley que me he encontrado en estas páginas. ¿Complejo, podríamos decir? No estoy segura. Más bien me ha parecido un hombre de contrastes. Contraste, sí, eso es lo que me he encontrado en sus relatos. Pero no un contraste que descoloca, no, en la prosa de Huxley todo fluye, todo está magníficamente armado (pum, pum, pum) para que lleguemos al final y se pueda contemplar desde la distancia lo que se ha construido. Es el contraste natural de la vida, el que reside inherente en cualquier persona, condición o situación.
"Miré hacia afuera por la puerta angosta. El tráfico pasaba sin cesar; hombres y mujeres se apresuraban con sus caras fijas. Todos ellos, espectros del horror; reinos infernales los que ellos habitaban. Fuera, los hombres vivían bajo la tiranía de las cosas. Cada una de sus acciones estaba determinada por las órdenes de la pura materia, del dinero, y las herramientas de su trabajo y las leyes inconscientes del hábito y las convenciones. Pero aquí yo parecía al resguardo de las cosas, viviendo a distancia de la actualidad; aquí donde un viejo hombre de barba, sobreviviente improbable de otro tiempo, tocaba tenazmente una música heroica, a pesar de que en ocasiones los espectros del horror podían ahogar el sonido con su clamor."

flikr2502. Fotografía de flikr

Arte, sí, el arte también lo he encontrado en todas las miradas de Huxley (si entendemos un relato como una ventana abierta por la que nos hace mirar su autor). El arte en todas sus vertientes y en toda la amplitud de su expresión. El arte en las cosas más nimias, en la simple contemplación de la naturaleza; y el arte también en lo más inesperado: el arte en las ciencias (me encanta y cuánto lo agradezco) y en la madre de todas ellas o más bien la que todas usan como modo de expresión, las matemáticas. Las matemáticas, las más exactas de las ciencias, subidas por obra y gracia de Aldous Huxley a los altares de la pureza y la belleza. Y la literatura en contraposición, adopta en los relatos de Huxley el método científico. Su prosa es altamente precisa, la hipótesis de sus narraciones se basan en la observación. En qué si no se basan las historias que cuenta un buen escritor. Un escritor que no sabe ver no sabe escribir. Y volviendo al arte, nos lo muestra también en toda su pequeñez y toda su mediocridad, el arte como una mera transacción comercial. Sí, también me he encontrado con esto en los cuentos de Huxley, por qué no decirlo, con la prostitución del arte.
"El señor Topes seguía sentado, limpiando sus lentes con un pañuelo blanco de seda. Vagos y miopes entre sus párpados arrugados, sus ojos se veían perdidos, infelices, sin hogar. Estaba pensando en la belleza. Había cierta relación entre los párpados y las sienes, entre el pecho y los hombros; también había ciertas sucesiones de sonidos. ¿Y qué había con ellos? Ese era el problema: ese era el problema. Y también estaba la juventud, y la inocencia. Pero estaba todo un tanto enmarañado, y había tantas frases, tantos cuadros y melodías recordados; parecía enredarse en ellos. Y era viejo e inútil."
Pero no se puede hablar de un autor sin hablar de sus personajes. El propio Huxley pretende ser uno de ellos sin serlo claramente (otro contraste). Escritos prácticamente todos en primera persona, muchos de sus relatos utilizan esa voz no como protagonista sino como narrador. Un narrador que es además personaje pero que permanece siempre en la retaguardia. Utiliza en ocasiones el recurso de personaje que cuenta una historia (nuevamente el poder de la observación) pero incluso en los relatos en que decide dar un paso adelante y hacer más presente a ese narrador, son otros los personajes que asumen el protagonismo. Y esos protagonistas son en muchos casos fascinantes. Me quedo con mi pequeño Guido, claro está, el inocente genio de "El joven Arquímedes", pero también permanecerán en mi memoria otros por ser deliciosamente manipuladores.
"Al final el hábito fijó esa sonrisa a su cara de un modo indeleble. Permanecía allí brillando constantemente, como los focos de un automóvil que se dejaron encendidos sin querer y que se desgastaban innecesariamente a la luz del día. Incluso cuando se sentía incómoda o estaba directamente furiosa, incluso cuando peleaba con tozudez, como un perro, para salirse con la suya, la sonrisa persistía. Encuadrada por sus bucles prerrafaelistas de cabello castaño pálido, la cara grave, de rasgos lúgubres, más bien pálida y poco sana, continuaba brillando de un modo incongruente con un amor compasivo por toda la humanidad odiosa y hostil; apenas en los ojos grises había algún rastro de las emociones que Martha reprimía con tanto cuidado."

Eros y Psique. Fotografía de Carmen Escobar Carrio

Se nota que Aldous Huxley fue un incansable viajero, pero si hay una ubicación que destaca entre todas en los relatos del escritor británico, ella es sin duda la península itálica, en la que residió varios años. La ambientación es admirable, comienza un relato y ya te encuentras ahí, en esas casas de la Toscana, en esos años anteriores y posteriores a la primera guerra mundial con el fascismo llamando a las puertas, en esa naturaleza que habla, con esa mezcla de olores densos de ese mundo rural. Y luego acaba el relato y como en todos los buenos cuentos nos queda un deje, un poso, una especie de moraleja que no moralina que Huxley deja ahí para nosotros aunque no nos percatemos de ello. Tampoco es que nos la deje, no, más bien la extraemos nosotros. Al fin y al cabo así se hacen las buenas historias, entre escritor y lector.
"Si por medio de palabras Emberlin era capaz de crear para mí un mundo nuevo, de hacer que mi espíritu se liberara del dominio del mundo arcaico, ¿cómo no seríamos capaces, él o yo o cualquiera, encontrando las frases adecuadas, de ejercer a través de ellas un influjo más vulgarmente milagroso sobre el mundo de las meras cosas?"
Soy despegada con los libros. Que no se me malinterprete. Mi condición de asidua a la biblioteca desde adolescente ha hecho que pueda prescindir físicamente de ellos con facilidad. Los libros que he leído van siempre conmigo pero van dentro de mí. Pocos son los títulos que atesoro en casa. Pero me ha dado pena desprenderme de este. Será ese selectos que acompaña a cuentos, será el tener la sensación de haber tenido acceso a un faceta de un escritor muy conocido y reconocido que pocos conocen. ¿Os cuento otra anécdota o más bien rareza? Busco en la página web de la editorial este libro como hago siempre para enlazar a ella y no lo encuentro. Indago un poco más y aparece pero... no en el la web de la editorial de España sino en la de la sucursal que Edhasa tiene en Argentina. Vuelvo al ejemplar y compruebo que el libro ha sido editado e impreso en España. En fin, ya veis que no es cierto eso de que si algo no está en internet no existe. Aun así no puedo evitar sentir que he tenido en mis manos un libro único (por cierto, es el único ejemplar disponible en todas las bibliotecas de Asturias). Razón de más para devolverlo sin pesar. A la espera queda de vivir más vidas. ¿Quién le da otra oportunidad?
"Uno veía que la literatura era un lujo; ocupaba su espacio proporcional en este lugar de penuria. Pero aun así el consuelo era que sobrevivía, sobrevivía irreversiblemente."

Specchio sulla Toscana. Fotografía de Luigi Torreggiani

Ficha del libro:
Título: Cuentos selectos
Autor: Aldous Huxley 
Editorial: Edhasa
Año de publicación: 2014
Nº de páginas: 232