Es bueno viajar, siempre lo he dicho. Simplemente por el hecho de ver, de descubrir y conocer, te permite aprender. Aprender de otros, aprender con otros, compartir para aprender.
Viajar te permite cambiar de entorno, de situación, adaptarte a nuevos espacios en los que las cosas se hacen de maneres diferentes, ni mejor, ni peor, diferentes. Cuando viajas con los ojos del negocio, buscas nuevos recursos, diferentes estrategias, en fin, aprender.
Seas hombre, mujer, niño, animal, o hasta un pequeño insecto, viajando aprendes. Incluso, un insignificante piojo polizón en el ala de un Sombrero, que va saltando de uno a otro a lo largo de su corta vida. De cada modelo y de cada dueño un aprendizaje diferente, toda una vida de saltos y lecciones de Sombrero en Sombrero. Agotador ¿no creen?
Hablando de piojos, de cuentos y sombreros, hoy les traemos otro de los relatos finalistas de la IV Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros” organizado por Sombrerería Albiñana. En esta ocasión les presentamos “Alas” escrito por María Jesús González Rodríguez.
Soy polizón de vocación. Comencé a viajar a muy temprana edad, cuando me agarré con ahínco a la banda de un Pork Pie de paja de una niña de cabellos rubios y afición a la escuela. Allí aprendí a leer, a contar y algo de geografía. Desde el perchero me atreví a dar un salto al Cloché de una maestra y de este al Panamá de un joven con intensa vida social. Mi afán de aventuras me llevó por África en un Salacot, a una boda real subido en Pamela y casi hasta la santidad en una Mitra dorada con olor a incienso.
Hoy, al fin, me dispongo a escribir mis memorias desde el interior de la confortable Boina de un anciano. Se rasca un poco, pero yo le susurro al oído viejas historias de piojo y él sonríe sin saber bien por qué.
María Jesús González Rodríguez
Finalista de la IV Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros”, organizado por Sombrerería Albiñana
Muchas gracias y felicidades a María Jesús por habernos enviado esta preciosa historia. Ya lo ven, cómo de los sombreros se pueden sacar ingeniosas historias aun cuando su protagonistas sea algo tan pequeño como un piojo.
Vigilen bien su Sombrero, no vayan a llevar a algún acompañante no deseado, les puede dar más de un picor de cabeza…
Visto en: Sombrerería Albiñana