Auqnue ya muchos blogueros han tratado este tema en sus blogs, no me resisto a traer también a estas páginas la situación lamentable, indecente, y brutal en la que se hallan casi doce millones de habitantes del Cuerno de África que están al borde de la muerte por la hambruna y las guerras que asolan esos territorios.
El Cuerno de África, conformado por Somalia, Yibuti, Eritrea y Etiopía, se ha convertido en un espacio de desolación y muerte. Lo peor lo están sufriendo los habitantes de Somalia que han optado por huir a Etiopía, Kenia o a la propia capital somalí: Mogadisicio.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, al menos 1300 personas llegan diariamnte a los campos del área de Dadaab, en Kenia que se ha convertido en la mayor campo de refugiados del mundo.
La falta de lluvias y el incremento en el precio de los alimentos han expuesto a 12 millones de personas a una devastadora crisis alimentaria.
Las familias han perdido sus cosechas y con ellas, todo su suministro de alimentos. El precio del agua y la comida se ha disparado. Cerca de 2 millones de niños están pasando hambre y sed y la mitad de ellos -1 millón- sufren desnutrición crónica y podrían morir de inanición. En el sur y centro de Somalia, 1 de cada 5 hogares no tienen absolutamente nada para comer.
Sgún la ONG Save the Children, mientras que el impacto de la sequía presenta una magnitud no presenciada por dos generaciones y los fondos han sido muy lentos e insuficientes, las vulnerabilidades subyacentes han convertido la crisis en una catástrofe humanitaria.
Los pastos de todo la parte oriental de África se enfrentan a un clima cada vez más inhóspito: lo que ahora denominamos sequía pronto se convertirá en la norma general, golpeando la región hasta tres veces cada cuatro años durante los próximos 25 años.
El cambio climático está contribuyendo al declive de la productividad agrícola, la desertificación, la falta de agua y el conflicto en torno a los recursos naturales.
Todo esto ocurre con gran pasividad y lentitud de la comunidad internacional a la hora de tomar urgentes medidas que evitarían la muerte por inanición de millones de personas, entre ellos un porcentaje elevadísimo de niños.
Curioso comparar la rapidez con que esa misma comunidad internacional se puso en marcha para salvar a la banca, causante de la crisis económica que ha llevado a perder sus empleos a millones y millones de ciudadanos en el planeta tierra