Título original:
Cuero y Tinta
Año:
2015
Fecha de estreno:
03 de Julio de 2015
Duración:
70 min aprox.
País:
España
Director:
José Luis Sánchez Maldonado
Reparto:
Documental
Distribuidora:
Occidente Producciones
Como todo en la vida, si cualquier actividad comienza a realizarse mal, es muy difícil que pueda volver a retomar el rumbo con el que empezó. José Luís Sánchez Maldonado, en su segundo largometraje, indaga a modo de documental sobre uno de los sectores culturales que más interés produce entre los españoles: el deporte a través de las opiniones de los protagonistas que se encargan de contar cada suceso, los periodistas deportivos.El documental cuenta con grandes nombres del llamado "Periodismo Deportivo" como Manolo Lama, Rubén Uría, Josep Pedrerol o Jose Ramón de la Morena, cuyos testimonios justifican o denuncian lo que hoy en día se hace con la información deportiva, sobretodo en nuestro país. Todos recuerdan a uno de los pioneros del periodismo deportivo como es José María García y cómo abrió las puertas a un mundo en el que, según las propias palabras del director, tiene más influencia sobre los ciudadanos que los políticos.
El fútbol mueve masas y es por eso que el documental desde el principio va inclinándose hacia esa dirección. Es triste, de cierta forma, que engañen deliberadamente al espectador con la promesa de que lo que se va a contar es acerca del periodismo deportivo. Pero el deporte en términos generales no interesa, por lo que periódicos y periodistas no le dan la misma atención e importancia que al fútbol. Y no todo el fútbol, pues en el documental en ningún momento menciona categorías inferiores o a los equipos femeninos.
Otro tema también en el que inciden con mucha frecuencia es de la nueva era en el periodismo en general, de cómo hoy en día se tiene más acceso a una información determinada - un futbolista en particular, un partido - sin tener que recurrir a un periódico que está obligado a informar del resto de sucesos. Internet y las plataformas de información digitales han dado más libertad a la hora de formar a nuevos informadores y mientras que unos lo ven como algo trágico para el periodismo tradicional otros lo ven como una mejora para enganchar a las nuevas generaciones.