La única posibilidad de confusión del cuervo es con su pariente cercana, la corneja negra, al igual que aquel un córvido de color oscuro. El rasgo que mejor identifica al cuervo es la cola, en forma de cuña (cuneiforme), mientras que la de la corneja es redondeada. El tamaño no siempre es fiable, sobre todo si el ave está lejana. Pero el cuervo siempre es más poderoso, tiene un vuelo muy potente y un pico más grueso, y las alas en vuelo están más abiertas. El reclamo, si tenemos ocasión de oírlo, nos sacará de dudas, ya que el ronco graznido del cuervo es inconfundible.
El cuervo es un ave magnífica. Presente en casi todo el Hemisferio Norte, desde los trópicos hasta el Polo, vive en las cercanías del mar y en las más altas montañas. Resiste bien el frío, por mi experiencia en los montes asturianos es la última ave que aguanta el embate de la nieve. Precisamente en Asturias es más abundante en la montaña que en la costa, donde está muy dispersa. Su hábitat favorito es siempre la proximidades de las zonas rocosas, ya que es en ellas donde anida, muy temprano, ya a partir del mes de febrero. En concejos costeros como Gozón construye su nido en acantilados inaccesibles. Cuando lo abandona para construir otro, rapaces como el halcón o el cernícalo aprovechan para ocuparlo.
Decía que hasta ahora no había comentado nada porque es una de esas aves que siempre están ahí, mientras buscas limícolas, gaviotas, rapaces u otras especies que llaman más la atención. Este año me estoy fijando más en ellas por el tema del Big Year, y ya he anotado tres ejemplares solitarios, en Condres, Balbín, y éste de Aramar al que he hecho unas fotos. Calculo que tendremos en Gozón entre 5 y 10 parejas.