«Yo disfruto muchísimo de la etapa de corrección, de pulir un texto, de encontrarle su mejor forma... Es algo de lo más creativo en la tarea de escribir. No me gusta tanto cuando tengo que bajar la primera idea, pero todo lo que viene después (elaborarla, pensar en las palabras, poner o sacar una coma, etcétera) me fascina. Recién cuando siento que ya pude sacarle todo el jugo posible a ese texto, lo comparto para que lo lean otros y trabajo a partir de las indicaciones que me hacen.
Prácticamente, la novela está trabajada como un cuento en el que cada elemento pesa en la trama en general.»
Alejandra Laurencich, entrevistada para el Espacio Literario de La Mañana de Córdoba.