Alice Munro
Muchas veces ocurre que un escritor novato busca adrede cargar de cierto aire reflexivo a sus textos, en relación a determinados temas, como si con eso les insuflara intensidad o fuerza. Sin embargo, en la buena literatura la complejidad, la reflexión, queda marcada por la propia narración y, cuanto más simple es la forma en la que se la aborda, más rica se vuelve la prosa. Hace poco me encontré con una entrevista que le hicieron a la escritora canadiense Alice Munro, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2013, donde comenta algo al respecto que me pareció interesante compartir: la complejidad de un tema detrás de una prosa aparentemente simple.
«Escribo sin pensar si hay un tema de fondo, pero sé que una idea sólo me interesa si tiene alguna complejidad moral, si tiene varias aristas. No es que me guste crear personajes que estén reflexionando sobre problemas morales, pero sí marcar cómo de las decisiones que uno toma, de las rutas que se elige, uno se puede arrepentir tiempo después. Al mismo tiempo pienso que hay momentos en la vida en los que hay que ser egoísta en un grado tal que, luego, de mayor, uno pueda condenarlo. De eso trata ser humano.»Te dejo la inquietud. Puedes leer la entrevista completa en el diario La Vanguardia
Alice Munro
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