A veces hay tanta promoción por alimentos orgánicos y frescos, que pueden confundir al consumidor. No te dejes llevar por información falsa, has una buena investigación y cuídate de los pesticidas y químicos. Si lo tuyo es la pérdida de peso, entonces debes asegurarte de saber que dieta seguir y no consumir productos dañinos.
No siempre aquello que parece más colorido, o que tiene una fecha de vencimiento más larga, es lo más saludable. Usualmente, los alimentos orgánicos y sanos, duran menos tiempo. Pero aun estos, pueden ser modificados algunas veces.
La próxima vez que vayas de compras, o tengas dudas sobre algún producto orgánico o fresco, utiliza estos consejos para saber que estás consumiendo de verdad:
Revisa la etiqueta: todos los alimentos tienen algún tipo de etiqueta nutricional e informativa. Los vegetales y frutas, hasta los orgánicos, también deben tenerlas. Pero, ¿te has fijado en el número de la etiqueta? Este no es código secreto, sino una forma de saber si tus alimentos fueron modificados con químicos o pesticidas.
La etiqueta es también una buena forma de comprobar el origen de tu alimento. Desde el nombre de la productora hasta el lugar de producción y/o exportación, esta información te puede ayudara determinar si realmente es algo bueno para ti.
El contenido nutricional varía, y eso es bueno: no siempre consumir una banana con más potasio y menos calorías es algo bueno, puede significar que la fruta ha sido modificada genéticamente para darle estas propiedades. En realidad, los alimentos orgánicos varían en contenido nutricional dependiendo de donde hayan sido cultivados y en qué situación geográfica.
Consume local y de temporada: cuando compras productos fuera de temporada, lo más seguro es que no sean orgánicos y que hayan sido manipulados para durar más tiempo y lucir mejor. De la misma forma, si compras local aseguras que sea un productor pequeño y con medidas más naturales. Muchas veces, los productos provenientes de otros lugares han sido modificados para que puedan soportar el viaje y ser consumidos semanas después.
Las carnes animales también cuentan: a veces las personas creen que la carne animal no hace diferencia, y que solo los alimentos frescos se ven afectados por el uso de pesticidas y químicos. Sin embargo, la carne animal también puede ser orgánica y por eso es importante que tengas en cuenta cosas como el color de la carne, la fecha de producción y más. Fíjate que la carne roja no sea muy roja, pues a veces las grandes carnicerías le añaden colorantes y preservativos para que sea más llamativa. Lo mismo puede suceder con el pollo o el cerdo.
Relájate un poco, al final todo estará bien si hay moderación: todo en moderación está bien, el problema llega cuando consumes mucho de un solo alimento lleno de pesticidas o químicos. La próxima vez que identifiques un alimento como dañino o con un contenido significativo de estos ingredientes, tenlo en cuenta y no lo compres tan a menudo. Usualmente, Europa y Estados Unidos tienen reglamentaciones estrictas para este tipo de productos, pero no te dejes engañar por palabras como "natural", "bajo en," pues puede resultar un arma de doble filo y solo llevarte a consumir algo que no es realmente orgánico, pero en todo caso, la moderación te mantiene sano siempre.
Cuando quieres comer sano es mejor tener una guía, en especial si eres principiante. No te enfoques solo en comida vegana, o vegetariana, o proteína, asegúrate de que todos los ingredientes que consumes sean sanos y estén libres de ingredientes dañinos como estos. Sigue estos consejos para asegurarte de que tu comida sea orgánica y libre de pesticidas o químicos. ¡No te dejes engañar más!