En invierno, debido al frío y viento, se nos cortan y agrietan llegando, a veces, a sangrar.
Para evitar esto, debemos cuidarlos, tratarlos y protegerlos.
Lo primero que debemos hacer es exfoliarlos. Basta con usar un cepillo de dientes mojado que frotaremos por los labios para retirar pieles muertas. Y, si queremos una exfoliación más intensa, podemos usar, en lugar del cepillo, un exfoliante especialmente indicado para esta zona.
Lo segundo que debemos hacer es mantenerlos hidratados. Para ello, nos ayudaremos de bálsamos o de la clásica vaselina. Nada mejor que embadurnar los labios con alguno de estos productos mencionados cuando nos vamos a la cama por la noche. Amaneceremos con unos labios sedosos y perfectos para poder maquillarlos.