El cuidado de nuestro pelo empieza a la hora de lavarlo. Vamos a hacer un repaso de las fases del lavado para intentar optimizarlo.
Utiliza un champú adecuado a tu tipo de pelo, hay una amplia gama a nuestro alcance: para pelo teñido, encrespado, seco, graso, sin brillo, ….
La temperatura del agua ha de ser tibia, en ningún caso caliente, ya que daña el folículo. Si el último aclarado puedes darlo con agua fría mejor, y sino al menos que el agua esté fresquita.
Masajea el cuero cabelludo durante el lavado, pero nunca con las uñas, utiliza siempre las yemas de los dedos, masajes suaves y circulares. Esto estimula el crecimiento.
No es aconsejable lavar a diario el pelo. Sé que a veces es difícil, bien porque tu pelo sea muy graso, o porque te muevas en ambientes cargados (humos, bares, cocina, ….), pero al menos alterna los días.
Como mínimo una vez en semana es conveniente utilizar una mascarilla acondicionadora. Aplicarla después del champú, y dejar actuar de 3 a 5 minutos. Hay que aclarar con abundante agua.
Y por supuesto no nos debe faltar un acondicionador, del mismo tipo que nuestro champú.
Y en el último aclarado podemos recurrir a las antiguas recetas de nuestras madres y abuelas, unas gotas de vinagre suave (blanco o de manzana), o unas gotas de zumo de limón, esto nos aportará brillo. Dejadlo actuar un par de minutos.
Para llevar a cabo todos estos cuidados yo recomiendo lavar el pelo fuera de la ducha, hacerlo en el lavabo es mucho más práctico. De este modo podemos alternar la temperatura de lavado (hacer esto en la ducha y que por la espalda te caiga el agua fresquita no es muy agradable), masajearlo con más calma, relajarnos, darnos nuestro acondicionador mientras desenredamos con calma con los dedos y ese último toque de vinagre o limón. Es todo un ritual, que merece su tiempo.
A la hora de secar con la toalla no lo frotes en exceso, envuélvelo en la toalla para quitar el exceso de humedad, después peinalo con un cepillo de púas anchas. Si se frota el pelo húmedo, este tiende a caerse. Lo mejor es dejarlo secar al aire, sin usar secadores, pero pocas se atreven con esta sana opción. Yo desde luego no.
En otra entrada os hablaré de mis marcas preferidas. Hoy os daré algunas recetas caseras, muy prácticas y efectivas.
Por ejemplo una mascarilla hidratante especialmente indicada para cabellos teñidos, castigados o secos. Los ingredientes son:
1 yema de huevo
2 cucharadas de aceite de almendras
2 cucharadas de agua tibia
Mezclar bien los ingredientes, aplicar sobre el pelo durante 20 minutos. Después aclarar y lavar como siempre. Ya me contaréis los resultados.
Otra receta muy interesante y baratita es enjuagar nuestro pelo con cerveza. Abrimos el botellín o lata y lo dejamos en un vaso al menos una hora, de este modo desaparecerá el gas. Una vez lavado el pelo nos ponemos la cerveza, lo dejamos actuar 20 minutos. Mi consejo es que lo envolváis sin apretarlo en una toalla y os relajéis. Después se aclara con agua abundante. Si notáis que huele mucho lavadlo con un poquito de champú y si no aplicad el acondicionador directamente.
Espero que estos consejos, sencillos y prácticos os sean útiles, os animo a probarlos y a contarlo.
Foto de portada: avilasal