Para un correcto cuidado de la piel existen unos “mínimos” básicos sin los cuales es difícil mantenerla en óptimas condiciones.
La higiene diaria, la exfoliación semanal y la hidratación, día y noche, son los primeros gestos de belleza que no podemos eludir, ya que con una piel con exceso de células muertas, restos de maquillaje, polución y secreciones sebáceas es imposible que los productos de tratamiento cumplan su función.
¿Cuál sería bajo mi punto de vista el tratamiento mínimo ideal?
Primero, una buena limpiadora adaptada a las necesidades de tu piel –día y noche-.
Luego, un tónico hidratante o regulador según tipo de piel –día y noche-.
Una exfoliante de aplicación semanal.
Y un producto hidratante, en fluido o en crema, si tu piel es normal o seca, y en gel o loción, si es mixta o grasa, para aplicar a diario –mañana y noche-, después de la limpieza.