La piel es el protector natural del perro frente a agentes externos por eso es importante cuidar su salud para que el manto de pelo proteja al animal del viento, el frío o la lluvia. Cuida a tu mascota con una buena alimentación e higiene, un cepillado diario evitará la aparición de nudos o apelmazamiento de pelo que impiden a la piel transpirar bien. El exceso de humedad, la calefacción o un cepillado incorrecto pueden dar lugar a dermatitis, calvas en la piel o exceso de muda. Un pelo sano va unido a una piel sana, por eso debes cuidar ambos aspectos para que tu perro esté bien protegido en invierno.
Cuidados del pelo del perro en invierno
Protección frente al frío/lluvia.
Al salir a la calle en invierno, sobre todo en perros pequeños y de pelo corto, puedes proteger su manto con un jersey o chubasquero, estas prendas evitarán que penetre un exceso de frío y humedad. Peínale bien antes de ponérselo para evitar nudos y después del paseo en casa quítale la prenda y vuelve a cepillarle bien.
El baño.
Utiliza un champú específico para su tipo de pelo y una mascarilla nutritiva para hidratar zonas concretas como las puntas, pies y barbas donde el pelo sufre más. El baño en invierno se recomienda con una frecuencia de un mes, puedes hacerlo en casa o acudir a una peluquería canina donde cuentan con mejores medios para tratar la piel y pelo de tu mascota.
El peinado.
Para facilitar el peinado, aplica un acondicionador nutritivo para el pelo antes de pasar el cepillo. Hay aerosoles bifásicos o con aceites esenciales que facilitan el peinado y ayudan al mantenimiento del pelo, ya que además de dar brillo al pelo crea una película protectora sobre el mando evitando que se adhieran el agua y la suciedad.
El secado.
Después de bañarle o cuando esté mojado de la calle en días de lluvia es muy importante secarle bien para eliminar el exceso de humedad y evitar problemas en la piel como dermatitis. Usa primero una toalla y después el secador a temperatura y distancia media realizando movimientos constantes para evitar quemar el pelo o la piel.
Corte de pelo.
En invierno no conviene rasurar al perro ya que pierde su protección natural. Conviene recortar las puntas y dar forma al peinado sin dejarlo demasiado corto, recortando bien la zona de la tripa, las patas y almohadillas para evitar que se moje tanto.