Todas nos acordamos de nuestros pies cuando llega el buen tiempo y empieza a ser hora de lucirlos, pero el resto del año se convierten en una de las zonas más olvidadas de nuestra anatomía a la hora de cuidarlos. Lo que no sabemos es que unos pies bonitos no son necesariamente unos pies sanos ya que hay que cuidarlos en todos los sentidos, no solo para que luzcan bien sino para que también luzcan saludables.Más del 80% de personas experimenta a lo largo de su vida algún problema con los pies. Esto no es de extrañar ya que cada pie es una pieza de ingeniería compuesta por 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones, los cuales aguantan nuestro peso y nos ayudan a desplazarlo de aquí para allá constantemente. Usar un calzado adecuado, e hidratarlos a fondo sería una buena forma de agradecerles su trabajo. Si eres de las que no les presta la atención que se merecen, aún estás a tiempo de cambiar, sólo tienes que seguir leyendo para saber como hacerlo.
1-PREVENCIÓN
Algunas de las afecciones y dolencias típicas de os pies pueden ser hereditarias, pero la gran mayoría se deben a la negligencia en su cuidado o a la mala elección del calzado. Para prevenir algunos de los problemas más comunes, sigue estos consejos:-Cuando vayas a comprar zapatos, pruébatelos siempre de pie, porque en ese momento es cuando soportan el peso de nuestro cuerpo. Deben ajustarse a los dedos y a los talones (un centímetro más largo que el pie y que no presione), porque si el pie queda demasiado suelto, pueden aparecer rozaduras y ampollas. Intenta también que el calzado sea blando y suave para que resulte cómodo y que tenga un tacón que no sobrepase los 4 ó 5 centímetros para no obligar al pie a adoptar posturas antinaturales que podrían llegar a afectar a la columna.
-Para evitar los hongos, un problema muy común y que también afecta a las uñas, conviene que tanto el calzado como los pies estén siempre bien secos (sin olvidarse del espacio entre dedos). Tampoco conviene andar descalzo en las duchas de los gimnasios o en las piscinas públicas, porque son muy contagiosos.
-El problema del mal olor, que afecta a más del 30% de los españoles, se produce en las áreas del pie donde más sudamos (la planta y entre los dedos) y, por lo tanto, donde las bacterias se reproducen más rápido. Para evitar este problema, debemos asegurarnos de que el calzado este aireado y, en caso contrario, que las suelas no sean de goma o sintéticas, sino de piel. Usa calcetines de fibras naturales, cambiándolos a diario y, en caso necesario, usa sprays desodorantes específicos.
-Contra la piel reseca, que es la antesala de las antiestéticas e incómodas durezas, es conveniente masajear periódicamente con piedra pómez la zona de los talones y en la planta, justo por debajo de los dedos. Puedes aprovechar el momento de la ducha y, una vez los has secado a conciencia, aplicar una crema hidratante.
-Adiós a los callos. asegúrate de que el calzado que te compres no sea demasiado estrecho y que no te aprete (las callosidades son causadas principalmente por presión o fricción de la piel), pero también que la alteración no sea fruto de pisar y andar de forma incorrecta. Esto se puede detectar fácilmente si acudes a la consulta del podólogo.
2-CUIDA TUS PIES
La fórmula ideal sería combinar los cuidados periódicos caseros con tratamientos esporádicos realizados por un podólogo ( si hay problemas médicos) o una esteticista (una pedicura ayuda a mejorar además su aspecto estético).
-Pediluvios en casa. Siempre que peudas, invierte media hora larga en un buen baño de pies y te sentirás flotar: en agua jabonosa templada pon unas gotas de aceite esencial (el de romero es desinfectante y el de bergamota, relajante) y sumerge los pies durante 10 minutos. Después aplica una exfoliante para eliminar impurezas y aprovecha para masajearlos detenidamente. Piensa que el masaje beneficiará también al resto del cuerpo, porque el pie tiene puntos que son reflejo de otros órganos. si la aguantas bien, usa agua fría para aclarar los pies, activarás la circulación y, cuando te los seques a fondo, inspecciona si hay durezas, para pasarte una lima o raspador por las zonas afectadas. Una crema hidratante será un excelente broche final.
-Mejora la circulación. Las mujeres tendemos a tener problemas circulatorios, por eso en muchos casos las piernas se hinchan. Si a esto le unimos la retención de líquidos y el sedentarismo, los tobillos se suelen inflamar y empezamos a sentir las piernas cansadas. Para evitarlo, ten en cuenta pequeños detalles, como estos:*Levántate y da unos paseos de vez en cuando, si estás mucho rato sentada en tu trabajo.*Procura no mantener las piernas cruzadas mucho rato.*Pon los pies en alto, siempre que puedas, cuando estés sentada en casa descansando.*Haz unos sencillos ejercicios como estirar los dedos de los pies al máximo durante unos segundos para volver a relajarlos después o hacer movimientos rotatorios con los pies en ambos sentidos.
-Libéralos! Camina siempre que puedas descalza sobre una superfície blanda como la arena o el césped, este gesto ayuda a aliviar la compresión que sufren los huesos.
-Dales un capricho. Hay bañeritas-spa específicas para pies o aparatos masajeadores que compensarán con creces el cansancio acumulado.
3-A LA MODA PERO CÓMODA
Para ir a la moda no tienes por qué sacrificar tus pies con un calzado incómodo. cada vez más, los fabricantes aúnan en sus creaciones confort y estilo. Podemos encontrar zapatos con plantillas de gel que no alteran ni su forma ni su tamaño a lo largo del tiempo y que ayudan a distribuir el peso del cuerpo sobre la planta del pie y frenar los impactos al andar. Un tacón adecuado y un material traspirable y blando, nos ayudarán a ir cómoda sin renunciar a las lineas más modernas. Y en vernao tenemos unas grandes aliadas, las sandalias con plataforma, las cuales nos ayudarán a ir de lo más estilosas a la vez que supercómodas.