Cuando el hígado está cargado por exceso de trabajo (mala alimentación, sustancias tóxicas, etc) todo el organismo se resiente. Un hígado sano nos da vitalidad. Un hígado intoxicado puede causar insomnio, problemas de cansancio, trastornos en el sueño, cansancio, fatiga, problemas en la piel y las vías respiratorias (incluyendo algunos tipos de alergia).
En el Tao, el término para el enfado es «Kan-Shaku» lo que significa «Dolor de hígado». Un hígado inflamado (muy Yin) o muy contraído (muy Yang) crea irritabilidad, frustración y rabia.
Para mejorar el funcionamiento hepático es conveniente hacer algo de ejercicio físico y seguir una dieta ligera y equilibrada que nos ayude a mantener vuestro hígado saludable.
Esta dieta debe incluir los siguientes alimentos:
Ensaladas que contengan: rábanos, apio, perejil, tomate, cebolla cruda, pimiento rojo, escarola, lechuga, aguacate, zanahoria, aliñadas con vinagreta de miso.
Verduras crudas ricas en Betacaróteno (pro-vitamina A).
Aceite de oliva virgen, siempre crudo, aliñando ensaladas y verduras, ya que es un verdadero remedio terapéutico para el hígado.
Hidratos de carbono complejos procedentes de cereales integrales (trigo, avena, arroz, pan) para que el hígado pueda aumentar su reserva de azúcares.
Pescados blancos a la plancha o al vapor.
Carne de pollo a la plancha, asada sin grasa o al vapor.
Algas wakame y espirulina por su riqueza en vitamina B12.
Levadura de cerveza.
Infusiones de diente de león.
Alimentos a evitar:
Huevos (nunca fritos) y salsas o postres que los contengan (mahonesas, natillas, flan…).
Grasa saturada de origen animal o vegetal.
Lácteos enteros (es mejor tomarlos desnatados).
Café, cacao y otras bebidas excitantes.
Dulces, pastelería y alimentos azucarados.
Frutos secos (Nueces, almendras, avellanas, pistachos)
Mantequilla, manteca de cerdo.
Quesos muy grasos.
Pescados grasos.
Fruta poco madura o verde.
Aceitunas.
Vinagre de módena.
Los alimentos que NO deben tomarse:
Bebidas alcohólicas y gaseosas.
Cocidos grasos y muy condimentados.
Charcutería y embutidos en general.
Churros, buñuelos, croissant, donuts, (o bollería frita).
Fritos y salsas grasas.
Especias fuertes, especialmente pimienta, clavo, mostaza.
Vinagre de vino.
La vida sedentaria, el estrés, la tensión, los conflictos familiares o laborales también afectan la función hepática.
Cenar tarde (y demasiado), impide que el hígado descanse y se regenere por la noche. O sea, que buenos alimentos, (en su justa medida), algo de ejercicio físico (vale andar) e intentar desconectar de los problemas (mediante algún tipo de meditación) os ayudará a tener un sistema hepático en condiciones!!
Besos desde mi blog!!!